Aproveché para sacar estas fotos que a continuación les dejo, como una pequeña muestra de lo vigente que está Cuba entre la gente de este pueblo, y es que ningún otro sitio de Mallorca ha estado tan unido a Cuba como éste, hasta épocas tan recientes como principios del siglo XX. De aquí partieron miles de jóvenes a hacer fortuna, sobre todo en el negocio de las esponjas. Actualmente existe un hermanamiento entre el Ayuntamiento de Andratx y el municipio de Batabanó, en La Habana, que es donde mayormente se asentaron los andritxoles.
Las historias que tienen que haber surgido, las añoranzas, las separaciones... les dejo con un fragmento de un trabajo investigativo de Joan Miralles i Monserrat titulado: “Memoria histórica de los isleños baleáricos en Cuba. Historias de vida”. Conozco a Joan Miralles, es un estudioso de la emigración balear hacia Cuba, y ha entrevistado a la mayoría de los baleáricos que aún quedan vivos en Cuba, unos veintitantos. Su trabajo es interesantísimo, y yo al leer cosas como ésta me pongo triste pensando si algún historiador recogerá en el futuro las historias de los cubanos que nos hemos ido. Esta otra emigración tan dispersa y extensa.
La calle Batabanó
La emigración de andritxoles hacia Cuba comienza a mediados del siglo XIX, por razones de necesidad económica, tanto en el sector agrícola como pesquero, a pesar de una pequeña industria jabonera en el Puerto de Andratx. Mayoritariamente fueron a Batabanó, a la provincia de la Habana, a la pesca de la esponja, y a Cienfuegos, provincia de Matanzas, y en menor número a la Habana, donde trabajaban en fábricas de jabón y en el campo. Inicialmente el viaje duraba tres meses de ida y tres de vuelta. Más adelante irían en un viaje por mar de un mes. El 1917, hacían el siguiente trayecto: Puerto de Andratx, Palma, Valencia, Málaga, Cádiz, Santa Cruz de Tenerife, Lanzarote, Gran Canaria, Puerto Rico, Matanzas, Cienfuegos, Batabanó, La Habana. Al llegar tenían que estar un tiempo de cuarentena en Triscòrnia, hasta que alguien los reclamaba o algún empresario los contrataba. Uno de los que ayudó más a los inmigrantes fue Gabriel Pujol Mir “Tiona”, llegado a Cuba el 1900, propietario de un restaurant: “La Marina Balear”. En Batabanó se forma un Centro mallorquín.
Existe toda una serie de expresiones, recogidas por Rosa Calafat, que hacen referencia a la relación entre las mujeres que se quedaban en Andratx y el fenómeno de la emigración a Cuba: “Has recibido carta y cosa?”, “Has recibido papelitos en punta?”, “Hombres para allá, dinero para aquí”. Había también cartas rimadas transmitidas por vía oral, comprensibles en un medio social en gran parte analfabeto. En Andratx se publicaba el “Semanario Independiente Andratx”
subtitulado Semanario defensor de los intereses morales y materiales de este pueblo. Ahí se encuentra mucha información sobre los emigrantes a Cuba, las idas y venidas de los andritxoles de Mallorca a ultramar y la vida en general en Cuba. Había un corresponsal en Batabanó (Bernat Alemany) y en Cienfuegos (Guillem Moragues). El fundador fue Antoni Calafell Juan, que lo dirigió hasta 1969. El primer número se imprimió el 1920 en Palma, pero a partir del año siguiente se imprimió en Andratx, en la imprenta de Calafell. Dejó de salir en 1970.
Si alguno quiere ver más de este trabajo, puede entrar en la página web http://www.uib.es/catedra_iberoamericana/pdf/mem_cuba.pdf (está en mallorquín pero se puede entender bastante bien con un poco de paciencia).