lunes, 8 de octubre de 2007

El precio de vivir fuera del socialismo (con él a cuestas)


Este es un texto de hace un par de años, cuando estaba realmente disgustada con las cargas que acarrea el estar fuera de Cuba. Ahora ya me he acstumbrado, supongo. Está un poco enrevesado, lo siento si no supe explicarme.


Vivir cuesta, es indiscutible, pero hasta hace poco yo no lo sabía; pensaba que vivir era un regalo, que si estábamos aquí era porque nos lo merecíamos, y que era como una fiesta con barra libre en la que nosotros escogíamos la canción.
Pero esa idea romántica se vino abajo desde que conocí el capitalismo y sus matemáticas infalibles. Vivir cuesta, y no se puede hacer nada para evitarlo, en todo caso ahorrar, minimizar el gasto de energías, o sea, malvivir.
Y para malvivir ya tenemos el socialismo que mantiene en una especie de latencia a todos los sentimientos humanos, los malos y los buenos, en un equilibrio artificial, aunque siempre se escapen energías, esa sangría, esa válvula de escape imprescindible para conservar tal equilibrio.
En el capitalismo se gasta por cada molécula de oxígeno que se respira, por cada movimiento inspiratorio o espiratorio. Esa verdad frustra y amarga a quienes recién han llegado de su burbuja socialista y aún no han asimilado, de forma natural -como lo aprenden quienes nacen y se crían en este caldo de cultivo- los principios sagrados de esta sociedad.
Quien vive en el capitalismo tiene dos opciones: una, vivir al día como forma de ahorrar energías, sin realizar más gastos que los que sea capaz de afrontar, aunque esto implica el riesgo de no tener las espaldas cubiertas en determinadas circunstancias; la otra consiste en acumular bienes, lo que implica un mayor gasto de energía, para poder disfrutar de una bonanza relativa y a veces temporal, porque todo cambia tanto y tan pronto en esta sociedad...
Creo que las energías que se ahorran en el socialismo provienen del esfuerzo de los ciudadanos de los países capitalistas, sobre todo de quienes mantienen algún tipo de vinculación con dichos países. Ya es un hecho que la energía no se crea ni se destruye, sino que se conserva, pasa de uno a otro cuerpo por medio de sus trucos.

Debe ser por eso que estoy tan cansada últimamente.

13 comentarios:

Manuel Sosa dijo...

Gracias, Ivis. De verdad no te conocIa, porque son tantos sitios, y buenos. Un blog debe parecerse, tanto como pueda, al tuyo. Paso a marcarte, para repetir la visita a cada rato. Y no te canses. Beso tu mano. MS

Ivis dijo...

Muchas gracias, Sosa, por el elogio, y no, no te preocupes que tengo cuerda para rato, sólo hace falta que mi espalda aguante.
Un saludo.

GaviotaZalas dijo...

Ivis, pienso lo mismo q tú. Desde la resistencia Capitalista te saluda Gaviota,,,

Ivis dijo...

Resistencia, Gaviota, tú lo has dicho.
Saludos.

General Electric dijo...

yo creo que prefiero el socialismo, después de todo, con las parrillas más vacías tengo menos que enfriar y ahorro energías, como tú dices... Aunque pensándolo bien, allá afuera, los talleres de refrigeración son mejores...no? Bah! pero igual me echan al latón por la última mierda que sale al mercado... Yo ni sé lo que quiero ya [:S ]

GeNeRaCiOn AsErE dijo...

Bueno igual sé bien que es duro el choque con el Capital, de una prisión colectiva se pasa a otra individual, de la compresión de las ideas a la de los gastos...
de cualquier modo creo que me quedo con la última, donde al menos puedo elegir que es lo NO puedo hacer.
¿Si alguien me preguntara qué es lo que quiero ahora? Pues solo se me ocurre esto:
YO LO QUE QUIERO ES CRISTAL... ¡SIIII! yo lo que quiero es cristal...

Ivis dijo...

General, no sé qué recomendarte, creo que en tu situación me quedaría en Cuba, donde siempre pueden recuperarte, de lo contrario sí que vas a saber lo que es el frío.
Saluditos.

Ivis dijo...

Generation, eres genial. Yo también quiero cristal.

Isaeta dijo...

Bueno, al menos me queda el consuelo que otros también pasan por esa etapa difícil de la adaptación. Aunque parece que nos acostumbramos mejor a lo de acá porque casi nadie regresa para contarlo. A veces me pregunto si morirse será parecido, aunque supongo que no, que seguramente sea mejor.
También yo a veces estoy muy cansada. Es de nostalgia. ¿Pero de qué? ¿Acaso el cuartico va a estar igualito a como lo dejé?
En fin, el mar.

Ivis dijo...

Isaeta, bienvenido(a) al club, no te preocupes que eso se te pasa dentro de un tiempo. Todo pasa, eso es una realidad. El cuartico no sólo no va a estar igualito, probablemente ni exista, pero tú serás una persona más preparada para afrontar eso y lo que venga en la vida. Ánimos.
Aquello no tiene arreglo, pero uno se lo toma bien, y entonces pesa menos.

Anónimo dijo...

Profesor su discurso es demoledor. Ivis se quedó muda. No le vendo mi alma al diablo. Viva el socialismo, humanismo, viva el amor. Pobre no es el que más tiene sino el que menos necesita. Mis hermanos cubanos lo aprenden con Martí, con el Ché y con Fidel... y son el pueblo más rico de la tierra. Viva la preocupación de los unos por los otros. Viva ese amor que se respira en cuba entre quienes no le venden el alma al diablo por un plato de lentejas.

Anónimo dijo...

Quise decir: RICO NO ES EL QUE MAS TIENE SINO EL QUE MENOS NECESITA...

"La pobreza conserva a la virtud, que es el BIEN más INESTIMABLE que hay". Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios.

LIBERTAD ES EL DERECHO QUE TIENE TODO HOMBRE A PENSAR Y HABLAR SIN HIPOCRESÍA. José Julián Martí.

A Martí y a Bolívar no se los lee. Es imposible NO AMARLOS!!!!

Champy dijo...

Yo sopy un mexicano que ama a Cuba tanto como a México, y me duelen por igual.

Donde no hay justicia es peligroso tener razón, ya que los imbeciles son mayoria. Quevedo

Aplica ya practicamnte a todo el planeta...la diferencia es que Cuba posee Dignidad, la cual perdió el mundo entero en una violación tumultuaria por el imperio, y nadie protestó...solo esa pequeñita isla, enorme y bella, y muy digna, supo mantener al raboso en su sitio.

Y yo la amo.

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