viernes, 1 de junio de 2007

Persiguiendo falsos héroes

Nos pasamos la vida persiguiendo falsos héroes que encumbramos sin saber por qué razón. Seguimos la rima a otros que tomaron la iniciativa de señalar a este o aquel como modelo de algo que a lo mejor ni habíamos pensado, pero que, dado el caso, nos viene bien para tapar nuestro vacío interior, para disimular nuestras inseguridades, y sobre todo para no tener que pensar por nuestra propia cabeza.
Tomamos el modelo y, si podemos, lo compramos, solucionando de esta sencilla manera el problema que nos preocupaba. Y siempre hay un modelo para cada cosa, ante cada situación, es más fácil comprar el modelo que fabricarlo, o que serlo.
Porque si nos decidimos a ser auténticos, a pensar por nuestra propia cabeza, pasa lo paradójico, que se convierte uno en modelo de otros, y todo vuelve a comenzar.

2 comentarios:

GaviotaZalas dijo...

Muy filosófica tu reflexión. Siento pena de los que buscan Modelos solo porque deben completarse a si mismos. Es más bello cuando decides hacer algo, inicias y ves que no estamos solos.
Copiar modelos es un Hecho O efecto, los hechos no se pueden cambiar. (A lo hecho-pecho) Debemos filosoficamente hablando,,,encontrar la causa,,pienso falta...en pocas palabras,,,..Creer en uno mismo,,falta crecer desde dentro,,, y por qué??? podemos continuar la cadena filosófica....falta poesía,,,,,Martí dijo la poesía me Libera???...falta libertad personal. Hablamos tanto de las represiones externas sin darnos cuenta de ser a veces tiranos de nosotros mismos.

Anónimo dijo...

mayo 5, 2009
Porque si nos decidimos a ser auténticos, a pensar por nuestra propia cabeza, pasa lo paradójico, que se convierte uno en modelo de otros, y todo vuelve a comenzar.
Solo existe una razon, ese es el modelo de la educacion, recrear la misma idea, todo va en espiral asi ha sido por centurias. No basta con pensar por nuestra propia cabeza hay que democratizar la mente anqui tienes un ejemplo que se recrea pero no se cumple:
Artículo 30.
Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración.