domingo, 29 de julio de 2007

Artículo sobre los cubanos

Parece que me cebo en el tema cubano, y parecería que no dejo de pensar en él. Lo cierto es que, (y hoy lo hablaba con amigos), me siento cada vez más ciudadana del mundo, menos aferrada a esos conceptos engañosos de patria y cosas por el estilo. Y me siento afortunada, porque eso me permite mirar las cosas más desprejuiciadamente, tomar lo bueno de mi país, compararlo con lo bueno de éste en el que he venido a vivir, pero también he aprendido de aquí y de allá, puesto que España y sobre todo Mallorca son muy cosmopolitas, y hay gente de todo el mundo. Y qué bueno es esto de la mezcla, qué enriquecedor, miren, sin ir más lejos, ayer por la mañana estuve con mis amigas, una española y dos argentinas. Por la noche fui a una fiesta de peruanos, porque me enviaron a cubrirla desde un periódico para el cual colaboro, y allí conocí a una chica muy simpática de padre libanés y madre peruana criada en Barcelona, toda una mezcla ella misma. Hoy estuve en una reunión de una asociación de nigerianos, también por el periódico Baleares sin Fronteras, y luego conversé largo y tendido con un gitano que me contó cosas acerca de su raza, en fín, que ha sido un fin de semana multicultural, y eso que no estoy contando a los españoles y cubanos con los cuales departí.
Y conversando sobre este tema me vino a la mente un reportaje sobre los cubanos que hace año y medio me publicaron en este mismo periódico, y quiero compartirlo con ustedes, puesto que, si bien algunas cosas ya están desfasadas, es un reportaje que me gusta bastante, estoy satisfecha del mismo, y hay cosas que, supongo, se repiten en otros lugares del mundo.
Tengan en cuenta que está hecho para un público que no conoce del tema, por lo que hay cosas que parecerán obvias para los cubanos y el lenguajees, cómo no, al estilo de aquí, de España.

Saludos y que lo disfruten.



La comunidad cubana de Baleares

Ivis Acosta Ferrer

La relación de la isla de Cuba con las Baleares es un romance antiguo que data de la época en que la primera era una colonia española. En un principio fueron los hijos del Mediterráneo quienes emigraron hacia el Caribe, llevando consigo los ecos de su cultura y creando vínculos que, en su mayoría, fueron definitivos.
Fue a partir de la década del 90 que el flujo se invirtió. La irrupción más o menos masiva de cubanos en Baleares fue consecuencia del así llamado “período especial”, la gran crisis económica que vivió la isla caribeña por el derrumbe del campo socialista. Antes de esta fecha ya había cubanos en Mallorca, pero su presencia era meramente testimonial.
No fue hasta que la situación se hizo insoportable cuando muchos descendientes de baleáricos se aferraron a sus raíces y decidieron venir a probar fortuna a la tierra de sus antecesores. Otros con menos suerte lo intentaron por las vías más diversas, alguna de ellas poco dignas como el “jineteo”, o sea la prostitución con extranjeros. En 1997, el número de cubanos en Baleares era solamente de 377, según datos del Instituto Balear de Estadísticas (IBAE), una cifra que contrasta con las del año 2005, que aseguran que esta cantidad había ascendido hasta 1.875, un número de todos modos pequeño, si se compara con otras colonias extranjeras.
A principios de 2006 se puede afirmar que este número ha aumentado, sobre todo tras el masivo proceso de regularización. Según fuentes del Ayuntamiento de Palma de Mallorca, los datos del padrón del mes de enero de este año reflejan que sólo en este municipio hay registrados 967 cubanos, de los cuales 430 son hombres y 537, mujeres.

Medicina y salsa
La comunidad cubana en Baleares tiene características muy peculiares que la distinguen de otras comunidades de inmigrantes. En primer lugar se distingue por su alto nivel de escolarización, semejante a la de cualquier país del primer mundo. Esto se debe a que la educación siempre ha sido, junto con la salud pública, uno de los estandartes de la Revolución comandada por Fidel Castro. Así pues, abundan los profesionales de todo tipo, pero muy especialmente los médicos, que sólo en Mallorca rondan el centenar. Tal concentración de profesionales de la salud es un dato curioso dentro de una comunidad relativamente pequeña.
Afortunadamente estos profesionales han tenido muy buena acogida en los centros de salud dada su buena preparación, no en balde la medicina cubana ha ganado fama mundial con la creación, entre otras iniciativas, de la Escuela Latinoamericana de Medicina, una de las tantas iniciativas curiosas del Comandante en Jefe, no exenta de polémica por los gastos que conlleva formar gratuitamente a miles de médicos de toda Latinoamérica, en un país con una economía depauperada como es la cubana.
La alegría es un denominador común a los nativos de esa isla; los ritmos como la Salsa y el Son no faltan cuando se reúnen para celebrar. Basta decir que junto a Brasil, Cuba es el país que más ritmos musicales ha exportado al mundo. Aquí en Mallorca grupos como “Caribbean Band”, o el desaparecido “Aixó es l’Havana”, han cosechado éxitos y seguidores en toda la Isla.
En lo que bailes respecta, hay quienes han hecho de la Salsa su medio de vida. Profesores como Adonis han enseñado a mover las caderas a toda una generación de mallorquines.
Pero no todos los cubanos son alegres y dicharacheros, sólo en su justa medida. El cubano cultiva la alegría, el humor, pero una cosa muy distinta a estar en Cuba es estar en un nuevo medio. Cuando el frío y la hostilidad pegan, no queda cubano alegre. Que lo digan sino algunos que no pueden regresar a la isla por tiempo indefinido, esos que se vuelven nostálgicos y taciturnos, aunque disfracen su tristeza bajo una máscara de salsa y alboroto.

La suerte de ser cubanos
Ya sea por su preparación, por su desenfado, por el hecho destacable de que no suelen estar ligados a conductas delictivas, o incluso por el hermanamiento que aún pervive entre estas dos Islas, puede decirse que los cubanos son inmigrantes afortunados. Generalmente se les trata con simpatía y suelen hacer amigos rápidamente. Cabe recordar que Cuba fue la última colonia de España en Latinoamérica y que la emigración balear por motivos económicos se mantuvo hasta mediados del siglo pasado.
Otra característica que se aprecia en los colectivos de cubanos, algo curiosa si se tiene en cuenta la pretendida “unidad latinoamericana” que tanto se mitifica en la isla caribeña, es su falta de identificación con el resto de las comunidades de Latinoamérica presentes en las Islas. Parecería que los cubanos no se sienten parte de esa masa de latinos que puja por salir adelante en su nueva tierra de acogida. Algo de culpa tiene la propia Revolución, un sistema que, pese a todos sus defectos, ha brindado unas garantías sociales mínimas que les han llevado, sin querer, a mirar por encima del hombro a sus vecinos sudamericanos.
El resto lo ponen el aislamiento propio de Cuba, un país detenido en el tiempo, donde viajar es un eterno imposible, y por último, pero no menos importante, el trato preferencial que se les otorga en cuestiones de asilo y nacionalidad: mientras que inmigrantes de otros países han de esperar hasta diez años para pedir la nacionalidad, hay cubanos que a los dos años ya pueden solicitarla.

Falta de asociacionismo
Pero no es este el único detalle diferente con respecto a los oriundos de “la llave del Golfo”, como también se le conoce a este país. Salta a la vista la falta de asociacionismo de este colectivo. En su casi una década de afluencia continua no han sido capaces de establecer ningún tipo de asociación que funcione ante las instituciones y que aúne sus intereses. Tampoco abundan los ejemplos de empresas fundadas por cubanos que hayan destacado por su calidad o innovación. Por no funcionar no han funcionado ni siquiera los restaurantes de comida típica.
Dice un texto de esos que circulan por Internet, que un profeta, interrogado sobre los cubanos dijo: “Cada uno de ellos lleva la chispa del genio, y los genios no se llevan entre sí. De ahí que reunir a los cubanos es fácil, pero unirlos imposible”. Y también: “un cubano es capaz de lograr todo en este mundo, menos el aplauso de otros cubanos”.
Quizás el tal profeta, en su definición apasionada, estaba cayendo en un tópico, o creándolo, pero no iba muy despistado; en efecto, aunarlos hoy día es tarea inútil. El resentimiento que han heredado de un sistema manipulador hace que desconfíen de cualquier intento de agrupación, por considerarlo sospechoso. Entre los cubanos reina la anarquía, si se les mira a gran escala sociológica, pero: ¿a qué se debe esta anarquía y esta falta de asociación?
Varias y de muy diversa índole son las causas: la primera y más determinante es la apatía, ese mal vicio generado por años de un gobierno socialista que tanta uniformidad ha pretendido crear, con la consecuente falta de iniciativa privada.
Asimismo, la no asociación de los cubanos es un efecto rebote que sucede a un exceso de afiliación política, ya que en la isla de Cuba es imposible no estar afiliado al menos a una organización y por tanto controlado por mil ojos vigilantes.
Pero como todo fenómeno de rebote, esta tendencia que hoy se acusa será circunstancial, irá pasando en la medida en que los cubanos se vayan integrando a su nuevo medio, liberándose de sus complejos de seres adoctrinados y poco libres y vayan adquiriendo, junto con la conciencia de la libertad personal, ese otro espíritu práctico y emprendedor que se ha perdido en tantos años de ineficiencia socialista.

La esperanza de la comunidad
Hoy día ya empiezan a darse cada vez más las condiciones para que los cubanos comiencen a asociarse y hacer valer su cultura, la verdadera, no ese folclor de salsa, sexo y color tropical que no deja de ser un lugar común.
Basta que surja un líder con mentalidad práctica, alejado de la doctrina y la doble moral, y los malos vicios socialistas. Alguien, en definitiva, que no desprenda el tufillo de la manipulación.

10 comentarios:

Garrincha dijo...

sé como te sientes.
me alegro de haber leído este texto.

Ivis dijo...

Gracias, creo que es necesario un estudio más profundo de los cubanos fuera de Cuba, pero claro ¿eso a quién le interesa? Saludos.

alex dijo...

me a gustado este articulo tiene mucho desarrollo en cuanto a los cubanos,y habla de muchas verdades con respecto a nosotros

Ivis dijo...

Gracias Alex, bienvenido.

NG la Banda dijo...

Pues yo me encontré un cubano trabajando en las minas de Oruro en Bolivia y eso esta como a 4 mil metros de altura...y por ahí se corren rumores de un criollo que alquila camellos en el Sahara, aunque dicen las malas lenguas que ya vendio los dromedarios y se fue a vivir a Miami. Siberia, Atacama, Alaska..en donde hoy dia no hay un cubano "peleandola" duro de verdad? En fin que nos hemos convertido en la "nueva diaspora" de la era moderna!

Ivis dijo...

Pues sí, concuerdo contigo en eso, los historiadores del futuro lo recogerán, y nos asombraremos al ver la dimensión de la diáspora.

raices cubanas dijo...

Cada cubano tiene una historia, una esperanza y un trocito de palmera en el corazón.

Dondequiera que esté, haga lo que haga, no puede evitar ser cubano.

Es un don.

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Hola Ivis:
Con la creación de esa página donde se pueden consultar todos los blogs de cubanos existentes en la red, al menos a mí me han dado la posibilidad de acercarme a muchos como al tuyo.
Ha sido un paseo hermoso. No me arrepiento de haber dedicado a leerte este tiempo que te he dedicado.
Tenemos varias cosas en común, aparte de venir de la isla. Siempre me relacioné con estudiantes de microbiología y bioquímica, pues tuve amistades estudiando esas carreras por allá por los años 1992-1996)
Luego, soy un enamorado de Carilda Oliver. Me encanta su poesía, y me encantas esos sonetos como ME DESORDENO AMOR, ME DESORDENO, MUCHA LOCO, y tantos otros.
Desde que vivo en España me ha dado por escribir sonetos. A ver si te animas a conocerlos en mi blog.
Esto que he leído de ti me ha gustado mucho y concuerdo 100% en todo lo que dices. Éxitos en tu trabajo, y si ves a Rafa Nadal, a ver si le dices que me ponga una piedra con Sharapova. Besitos:
Tadeo

Betty dijo...

Hola, Ivis Aunque tu reportaje sobre los cubanos en Baleares tiene ya dos años, y es de julio pasado tu post sobre este artículo, lo he leído ahora a sugerencia de un buen amigo. Me parece excelente, bien articulado como otros textos tuyos que he leído hace un par de días. Sólo no comparto eso de la pérdida del espíritu práctico y emprendedor derivado de la ineficiencia del decadente sistema socialista. Muy al contrario creo que los cubanos emigrantes -profesionales o no- son la muestra de una increíble capacidad de adaptación y cambio, de un espíritu empredendor latente, estimulado por las escaseces y refrenado por un entorno restrictivo e irracional. Cuando esas condiciones de cambio se den en Cuba, estoy segura de que aflorará, también allí.

Betty dijo...

Ya cierro mi comentario con otro, sobre el tema controvertido del liderazgo en Cuba del que he intercambiado bastante en otros foros. Creo que no es probable que surja un líder con esas características, mesurado, pragmático, con una moral cívica y transparente y buen hacedor porque el medio no es propicio a acomodar personalidades así. En los movimientos sociales, como en la calma que sucede a la ola del mar, se crean los "vacíos de poder" luego de la era de líderes prominentes, da igual su signo. Nos pese o no, estos cincuenta años en Cuba han sido los de Fidel Castro, y bajo su égida, entre los a favor y en contra, hay un hueco de liderazgo. Como pasó aquí en España cuando se extinguió, por decadencia física, la dictadura de Franco; ese vacío fue llenado entonces por la figura del rey, (que de algo ha servido por alguna vez la monarquía). O como pasó recientemente al Partido Popular, cuando perdió las elecciones y el liderazgo de José M Aznar (el hombrecillo insufrible, al buen decir de Manolo Saco) fue sucedido por el la figura gris y anodina de Rajoy...¿Que otra cosa podía crecer bajo ese aura? En fin, que desde mi limitada visión de hoy, creo que si hay un líder del cambio en Cuba, no provendrá de los cubanos que allí viven ahora, sino probablemente estará "en la diáspora..."
El de Cuba es un diferendo grande, intenso y largo, confío más en la conciliación de los movimientos pro-cubanos moderados, en construir puentes de unificación antes que derribar muros detrás de los que hay mucho rencor, extremista y destructivo.