lunes, 31 de marzo de 2008

Los pajusos



Bueno, na, que hoy tengo cuerda para rato, y digo: ¿por qué no joder un poquito en el blog, que pa algo está, no? Sí, pa joder, pa berrear, pa que nos oigan. Ahhh.

Hoy he estado toda la tarde caminando por la Avenida de los Presidentes, y me he quedado un rato detenida frente a la Facultad de Filología, donde solía pedir botella para irme para mi casa en mis tiempos de la universidad. Uno de mi aula, que era muy cuerista, decía que yo cogía botella rápido porque les prometía a los tipos que les iba a enseñar una teta. No sabía que no hay nada mejor que una cara de boba bien administrada.

Pues sí, que no se enteren mis jefes, pero esta tarde me la he pasado en el aire, soñando despierta. Es lo que yo digo, si vas (A Cuba) te quedas luego con la resaca, como cuando te comes un hongo alucinógeno y luego te quedas con flashazos del viaje. Caminaba yo por esa zona de G que se empata luego con Boyeros, esa zona preciosa de árboles gigantes, Ficus se llaman, y que siempre me dio tanto miedo atravesar. Sí, en el fondo y pese a lo exótico de la naturaleza, siempre me dio miedo pasar junto a esos árboles. La razón era que siempre estaban llenos de pajusos y constructores (respeto mucho a estos últimos compañeros que cavaban las trincheras de todo el pueblo, pero tenían tremendo queso. Igual que los pajusos).

Aquello era de cajón: cuando pasaba junto al Calixto García, por ahí por donde está el monumento que una vez llenaron de grafittis, siempre había uno de esos exhibicionistas haciendo de las suyas. Se ponían encima de una roca o detrás de un árbol y cuando pasaba una muchacha bonita aprovechaban ellos para sacarse la verga. Qué rara manía, ahora que lo pienso. Nunca, que yo recuerde, se me ha ocurrido excitarme mostrándole mis encantos al vecino, bueno, no a cualquier vecino, que alguna vez he jugado yo también a esos jueguitos.

Me acuerdo de una vez -las cosas que me pasan a mí son de película- venía yo subiendo por G y siento que me silban. Venía el sonido de encima de una de esas rocas que hay junto al Calixto. Entonces aprieto el paso y me digo: "seguro que es un pajuso, no voy a mirar". Pero, inocente criatura, no esperaba lo que siguió: el desconocido me preguntó la hora y yo como por acto reflejo le contesté, y cuando miré, pensando que un loco no iba a atreverse a tanto: ¡¡era un pajuso!! ¡La madre que lo parió! Aquel día me dio un ataque de risa. Me lo tenía bien merecido, por ingenua. Pero siempre que te pasan esas cosas te quedas con una sensación de suciedad, de rabia, de ¿por qué a mí? muy fea, la verdad. Y ¿por qué en Cuba habrá tantos pajusos, digo yo? Aquí en España todavía no me he encontrado con uno. ¿Será cosa del calor?

De verdad que me siento muy bien hoy, estaría escribiendo horas sobre cualquier bobería. Pero la cama me llama que mañana hay que trabajar. ¡Qué ganas tengo de ganarme la lotería!

¿Alguien sabe dónde está la tecla de off para dejar de comparar a España con Cuba? ¿Qué tiene que ver el culo con la llovizna?

11 comentarios:

Yvette dijo...

Jajaja, oyeme Ivis como me he reído y me has hecho recordar tiempos viejos (de pajuzos y calor tropical). Yo tampoco he visto más semejante espectáculo, a mi me pasaba mucho eso en la costa del Tritón.
Cuando te sientas así escribe bastante que esa fluidez no aparece todos los días.
Lo de las comparaciones es inevitable.
Ah y antes que se me olvide: No hay tecla off.

Outime dijo...

JaJa...Recuerdo que antes de venir para aca, estaba estudiando informatica, y cuando no pasaba un carro de 10 pesos o la guagua caminaba por esa zona..

WOW, me impresiono que deje de entrar solo una tarde, y vuelvo y me encuentro con 3 post nuevos..

Metele!

Aguaya dijo...

A mí me pasó parecido en el mismo lugar... a esa hora me dije "déjame coger una piedra y pitcheársela por ahí mismo!", pero no encontré ninguna... Lo que hice fue apurar el paso, con lo que el tipo debe haberse envalentonado más...

Aguaya dijo...

...ah, y en pleno día! qué cara de guantes...

Los Miquis de Miami dijo...

dice una amiga habanera, de esas de las que vivía en la farándula de los trovadores, que uno de ellos, muy conocido por cierto, se dedicó por un tiempo a esos menesteres, incluso en aquel parque de G, que ya cerca de línea y malecón, también se llenaba de hombres casados o no en busca de sus aventuras homosexuales.

Ivis dijo...

Menos mal que no soy la única a la que esto le pasó.
No sé si tendrá relación con el pabellón de psiquiatría del Calixto García.
Un saludo.

Betty dijo...

ya somos dos con la ilu de que nos ganemos la Primitiva, e igual de trasnochada te leo hoy! Chica yo no sé por qué cuestión temperamental hay tanto de esto por allí, por la altura de G, es verdad, y a la salida de la rotonda de Alamar en unos matorrales, también...Aquí no creas, que no hay tanto pajuso pero hay cualquier cantidad de piraos de otro género que asustan, eh...hay que evitar la exposición a estas "inclemencias"

Anónimo dijo...

¿Tu no sabes la cantidad de pajeros que hay en España?
¿No te lo imaginas?
Es el triple de la isla, pero hay que reconocer que no hacen eso que sufrieron ustedes por la calle g.
Los que se ganan la corona son los japoneses quienes compran a montones muñecas inflables para hacer el amor. Se venden por cientos de miles...
El miron

Yo soy Medea dijo...

Ivis, en el parque de la Parroquia del Vedado temprano en la mannana tambien siempre habia algun "entusiasta" de la mano inquieta... es cierto en Cuba abunda eso... creo que es una rara forma de ser jodedor...

Anónimo dijo...

Oye mira que abundan pajusos! Por la via Blanca cuando queriamos cojer botella para la playa ufffffffff mi madre! Habian de todos colores entre los arboles, una muchacha hasta le enseno sus partes intimas y jajajjja como hacian esas cochinadas jjjjaja, me da gracia ahora pero a mi no se me ocurriria semejante cosa. Y por las noches cuando salia de algun club con mis amigas tambien. Chicas! Tenemos que hacer algo, a mi me dan ganas de tirarles fotos y bajarlos en internet , quisas alguien Los reconosca. Que creen?

Anónimo dijo...

Ivis! Siiiiiii...... Tenemos que actuar!