sábado, 6 de febrero de 2010

Caritas

Todo parece indicar que las caritas se han puesto de moda en Cuba. No les basta con las de los cinco héroes*, presentes en todos los centros de trabajo y lugares públicos. Incluso centros turísticos como el lobby del hotel Cohíba tienen un espacio destinado para los nuevos "santos" cubanos, a los que por cierto yo haría un retoque con Photoshop para quitarles esos bigotones que ya no se usan más que en Cuba y en Afganistán, pero bueno ya sabemos que la moda nunca ha sido el punto fuerte de los compañeros del partido.
El caso es que arte cubano ha encontrado en la moda kistch de las caritas un nuevo filón para desarrollarse, y si no juzguen ustedes por sí mismos a partir de un pequeño ejemplo:

Fotos de los cinco espías presos en EEUU, tomadas de la web de la TV de Camagüey.

Histórica escultura del Ché Guevara en uno de los edificios de la Plaza de la Revolución.

Ahora además se le ha sumado esta réplica de Camilo, también en la Plaza.

Lo dicho, hasta en los lugares turísticos. Esta ultra kistch imagen del Ché recibe a los visitantes en el Bar de 3ª y 8, para que tengan una juerga patriótica.
* Los cinco héroes es como se le conoce en Cuba a los cinco agentes cubanos acusados de espionaje por el gobierno de EEUU, que cumplen condena por este motivo.

12 comentarios:

Rodericus dijo...

Un saludo desde Barcelona. He llegado aquí curioseando y me ha llamado la atención tú blog.
Es curioso como la liturgia religiosa ha contagiado incluso a los regimenes que se declaran aconfesionales. La imagen de Camilo Cienfuegos de la foto me recuerda terriblemente a las imagenes de santos que aparecen en los vitrales de las catedrales europeas.
En el fondo, también es otro modo de culto.

Adriana dijo...

o en Afganistán... jajajajajajajajjajaja
los 5 omnipresentes son tan irritantes como vacilables.
échate esto:

http://cubajournal.blogspot.com/2009/11/gerardo-hernandez-y-su-pajaro.html

Adriana dijo...

ese medallón tan Cheo estará hecho con caramelitos de la polio??

Ivis dijo...

Ben, un saludo para tí.
Rodericos, el halo que rodea a la imagen de Camilo no es más que su sombrero, pero es verdad que le da el aire de un santo, y que quizás vengan de la iglesia esas representaciones.
Adriana, qué bueno lo del pájarito... oye, te remontaste atrás con eso de los caramelitos de la polio, ¿los seguirán dando? Un saludo.

Adriana dijo...

no, ya no. los cogieron todos para hacer artesanías como esta, donde se combina la idea de la Cuba potencia médica y de la Cuba guerrillera.
increíble, tú. hay que ver las cosas que caben en un caramelito...
se botaron con el souvenir este, la verdá.

Ivis dijo...

Jajajajajajajaja, como me he reído con tu comentario. Es el souvenir ideal: el tres en uno de los souvenirs: estudio, trabajo y fusil.
Un saludo.

Rodericus dijo...

Conozco la fotografia originál de Cienfuegos, soy un humilde apasionado de la historia del siglo XX. Lo que me sorprende es que el fabricante del luminoso la haya copiado literalmente sin darle algo más de silueta al sombrero de paja originál, porque es que así parece San Pablo, o quizás el parecido no sea tan inocente, a sabér.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Ah, mi adorada Ivis, ¡qué zigzagueante estás! ¿Necesitas este apogeo cibernético para sentirte realizada? Tú, tan dada al comentario metafórico, ahora por qué tan despiadada con un tema tan sensible. Acá, en Barcelona, unos cuantos cubanos integramos un comité por los Cinco, porque creemos justo que regresen a su tierra, tal vez por snobista te metes con eso, que es política y no es tu fuerte, vale. Te leo desde que empezaste a balbucear en este blog, las más de las veces me conmueves y me haces reflexionar, cuando eres sincera y te desdoblas, y de un punto de partida muy tuyo, haces que uno trate de entender otro universo. Pero el sarcasmo no te va, chula, no te queda, mucho menos el sarcasmo político.

Ivis dijo...

Hola, no te iba a contestar porque no me gusta el tono de tu comentario, demasiado confianzudo, pero he pensado que eso también es bueno, porque en el fondo eso es lo que se desea, ¿no? cuando se escribe un blog. Pero hay un detalle, mi comentario no habla del tema de los cinco, habla de una moda, la de las caras, que se impone en Cuba y que a mí me parece de mal gusto. Con respecto al tema de los cinco, pues claro que me parece mal, como también me parece fatal lo de los 75, que son más. En fín. El mundo está lleno de injusticias pero yo no hablaba de la justicia, sino de la estética. Un saludo y gracias por leerme.

raul dijo...

si, hablabas de estética... pero en tu aclaracion al final, de quienes son los cinco, pudiste poner que son cinco agentes cubanos encarcelados en estados unidos por infiltrar grupos terroristas de miami.

Anónimo dijo...

La policía cubana quiere presentar nuevos cargos contra el líder disidente José Daniel Ferrer García, liberado el año pasado tras ocho años de prisión, lo que podría devolverlo a prisión para cumplir el resto de su condena de 25 años, dijo su esposa el lunes.

Mientras tanto, el cubano que gritó “¡Abajo el comunismo!” antes de una misa del Papa Benedicto XVI ha dicho que planeó su arranque porque “alguien debía expresar lo que sentimos en voz alta (los cubanos) para todo el mundo”, informó Radio Martí. Reportes no confirmados indicaron que Carrión fue detenido otra vez el lunes por haberse entrevistado con Radio Martí.

Anónimo dijo...

Yoanis Sanchez y Mariela Castro

Por Yoani Sánchez
Generación Y/28 de mayo de 2012

Ella lleva un apellido que evoca campamentos y yo apenas soy una Sánchez, arrastro esa terminación “ez” que una vez significó ser el “hijo de” algún Sancho. Sí, de alguien como ese regordete sobre un burro que acompañaba y satirizaba al Quijote, aunque yo pese muchas libras menos y jamás haya galopado ni en un pony.
Ella creció en algún lugar hermoso y cómodo, mientras yo pasé la niñez en un solar bullicioso y violento. Ella es sexóloga y psicóloga, y yo saboreo los placeres del amor y sorteo los obstáculos de la vida, aunque jamás me he graduado en ningún curso sobre ese tema.
Ella es la hija del hombre que heredó por vía sanguínea la presidencia de mi país, de ese mismo país donde mi padre perdió hace años su profesión de maquinista de trenes. Ella está atada a cada palabra que dice y yo hace tiempo rompí con la cárcel de la opinión, me liberé a mi misma con el verbo.
Ella le teme al abrazo, a una Cuba donde las dos podamos caminar libremente, asistir sin problemas a un concierto o un debate público, salir y entrar sin pedir permiso. Yo la entiendo. Carga sobre sus hombros un abolengo que quizás muchas veces quisiera sacudirse, negar, borrar de su vida. Yo sólo soy la advenediza, la intrusa, sin pedigrí, sin un digno árbol genealógico que mostrar. Mis padres no pelearon en la Sierra Maestra; las consignas que se fraguaron en el interior de su casa se negaban sistemáticamente en la mía; los discursos que decía su exaltado tío caían sobre los oídos escépticos de mi parentela. Ella tiene derecho a los micrófonos, aparece en la televisión nacional entrevistada y alabada, mientras mi rostro sólo se ve rodeado de adjetivos como “enemiga”, “ciber terrorista”, sin ofrecerme –claro está- el derecho a réplica.
Ella ha podido hacer su gira por Estados Unidos y el noticiero cubano no la ha tildado por eso de mercenaria. Ha dicho que “votaría por Obama” y –¡sorpresa!-- la prensa nacional no la ha acusado de ser “pro yanqui”.
Ella es una prisionera de su linaje y yo apenas tengo un pasado hacia el que mirar. Ahora mismo, sólo me despierto pensando en el mañana. Ella y yo, aunque le asuste y lo niegue, somos parte de este país… hijas muy diferentes de esta tierra, frutos queridos y no queridos de este proceso. Ella tendrá que reconocer que existo, que soy, que esta Sánchez reclama su derecho a criticar las locuras de sus molinos de viento.