Mi querida amiga Queseto ha querido expresar su opinión a través de este blog, lo que es para mí un orgullo. Aquí se las dejo.
Tras 16 años viajando a Cuba he llegado a la conclusión de que (Cuba) es un tema tabú en la red. Eres automáticamente bombardeado si no comulgas con la línea del sitio en cuestión. Sea cual sea.
Todo el mundo que opina tiene sus razones, sus pasiones, sus verdades… pero desgraciadamente, los que más se oyen son los que no quieren escuchar a los demás. Y los que más hablan representan posturas tan antagonistas que acaban confluyendo y siendo similares en la forma, una forma tan desagradable que hace que el fondo pierda valor y sentido.
Pero entre esas dos posturas hay muchas que no se escuchan, porque no se dejan oír. Entre ellas, la mía.
Me he auto-censurado porque, sinceramente, no me interesa tomar parte en un ridículo campo de batalla, que parece ser el único medio para poder opinar. Así que me alejo de los temas bélicos y los dejo para los guerreros que gustan de probar sus nuevas armas, ver el alcance de sus municiones y jactarse de contar los muertos del “enemigo”.
Por el hecho de no ser cubana, sin querer, ya se me posiciona y etiqueta y mis opiniones no cuentan, no sirven.
Pero mi visión es real, es la mía. Lo que yo veo no lo puede ver un cubano, pero parece que eso no interesa lo más mínimo, se menosprecia, se desprecia y no cuenta. Porque lo único que interesa es la batalla, es ganar la guerra, cuantos más cadáveres, mejor. Parece que se ha perdido la facultad de escuchar al otro, al diferente, de analizar los posibles puntos de vista de alguien ajeno (o no) al “conflicto”, con todo lo positivo que eso puede aportar. Qué manera más ridícula de limitarse, ese “tú cállate, tú no sabes, tú no has vivido, tú no has pasado por, a ti no te han hecho…”. Por eso me limito a ver, escuchar, leer y callar. Con tristeza.
Tengo la satisfacción de contar con grandes amigos cubanos, dentro y fuera de la isla, con visiones diferentes sobre Cuba, y eso, como dicen los cubanos, “me basta”.
Seguiré reprimiendo mis ansias de explicar mi punto de vista en la red, me niego rotundamente a formar parte de cualquier tipo de guerra, de tener que usar armas dialécticas, me niego en redondo a entrar en ese juego. Ojalá hubiera, en algún lugar, algún terreno francamente abierto a opiniones diversas donde escuchar al otro fuera lo importante, donde aprender de otros puntos de vista fuera edificante, donde no se juzgara a nadie ni por su procedencia, ni por cualquier otra razón. Juzgar es un verbo fatídico, implica prepotencia, sentimiento de superioridad, creerse poseedor de la verdad y facultado para desestimar al otro. Y la verdad es que cada uno tiene su verdad, su válida razón de ser, de vivir, de pensar y, por supuesto, de opinar.
7 comentarios:
Querida, estoy completamente de acuerdo contigo, las discusiones entre cubanos acaban pareciendo un gallinero, ojalá un día aprendamos lo que es la tolerancia.
Muy buen tema.
Estoy de acuerdo con todas y cada una de tus palabras.
Muy bueno, Queseto, y muy real. Es una pena que no sepamos escuchar, espero que algún día aprendamos. Gracias por compartir lo que piensas, y gracias a Ivis (a quien estimo mucho aunque no coincidamos en muchas cosas) por traer esta visión imparcial que tan bien nos viene para vernos, como en un espejo. Saludos a las dos.
Me uno a la oponión de Queseto. Es triste ver blogs como el de Yoani Sánchez, tan sustancioso, deslucido por miles de comentarios que son eso: una batalla campal, con ganas de hacer daño aunque sea verbalmente... y ese blog es sólo un ejemplo, hay unos cuantos más con lo mismo.
Gracias Rosa por tu afecto y también por tu sinceridad. Yo también te estimo. Un abrazo.
Hanónimo, bienvenido, hacía rato que no sabía de tí.
Jecuevas, un abrazo para tí.
Que no hable, no significa que no te visite.
Los amores silenciosos, esos son los verdaderos, dice el refrán.
Gracias a todos por vuestras palabras y vuestras opiniones. Y por supuesto, a Ivis, por prestarme su "púlpito" para expresarme.
Un abrazo
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