miércoles, 27 de mayo de 2009
En mi cabeza
Nadie hubiera dicho si me viera ahora que hace apenas diez minutos estaba llorando de infelicidad. Es lo que tiene ser bipolar... No, ahora en serio, escribía una soporífera carta cuando de pronto me dio por releerla y me dije, ¿cómo no vas a estar deprimida si constantemente te quejas y sientes lástima de tí misma? ¿Es que no has aprendido nada en todos estos años de cadenas de mensajes de Powerpoint y sesiones de psicología de café con tus amigas? Decidí modificar la carta, a fin de no dar tanta pena, y en esas estaba cuando me dio por reírme. "Eres patética", me dije, y me empecé a relajar y a darme cada vez más cuenta de que todo el problema está dentro de mi cabeza. Todo, absolutamente todo en mi cabeza: el miedo y las indicaciones para superarlo, la vergüenza y el exhibicionismo, la inteligencia y la obcecación más absoluta. Todo, como en un supermercado, sólo que el mío se empeña demasiado en regalar sus productos por miedo a que no los compren pues no está acostumbrado a la competencia. Pero todo se andará.
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4 comentarios:
Ivis, esa es la magia de escribir, te ves luego como en un espejo. YO te abrazo, otra gran escritora de cartas desoladoras...jejje pero que se remete y tira de los pelos.
Gracias por estar en la accion del primero y gracias por permitirme descubrir tu blog!!!
un abrazo
Hola chiquita (yo soy de tu bando, dicen que el perfume bueno viene en frasco chiquito).
Encantada de tenerte por aquí y de poder intercambiar impresiones con otra cubanita como yo.
Un abrazo, y no te tires mucho de los pelos.
Animo que tambien los "Bipolares" tienen sus dias de gloria.
Un saludo:ROBERTO
Jajaja, Roberto, gracias compadre, pero oye, lo de bipolar era jugando, que conste.
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