martes, 5 de febrero de 2008

Reflexiones a punto de irme para Cuba

"Me voy pal pueblo
hoy es mi día
voy a alegrar toda el alma mía"


Señores, sí, como lo leen. ¡Me voy pa Cuba! (De vacaciones).

No voy a decir que llevo tantos años esperando este momento porque mentiría: fui el año pasado. Pero siempre se espera y se desea como un nuevo parto.

¿Qué me esperará? ¿Cómo estará la familia, los amigos? ¿Qué cosas habrán cambiado bajo esa superficie inmutable? ¿Estará mejor o peor "la cosa"? Bueno, esto último es como preguntar de qué color es el caballo blanco de Maceo.

¿A quién me encontraré? La última vez me resultó curioso y agradable encontrarme a gente de la infancia, de la primaria, del pre... y yo que pensaba que ya casi no me quedaba gente porque muchos de mis amigos y familia están fuera como yo.

No quiero "ponerles los dientes largos", como dicen por aquí, pero les cuento que esta vez además del inmenso placer de ver a mi familia, tengo dos acicates importantísimos. Uno: la feria del libro. Ya el año pasado estuve, incluso leí mis poemas en La tribu de la palabra, donde me colé gracias a un buen amigo, pues no estaba anunciada. Este año no creo que tenga esa suerte, y además, no tengo nada nuevo que decir. Prefiero observar lo que se cuece, grabar todo lo grabable, ya verán a mi vuelta los videos en el blog de Literarte.

No sé si ustedes estarán de acuerdo conmigo, pero las ferias de Cuba, sean de lo que sean, son más fiestas que ferias. La gente va pa tomarse una cervecita y "especular" (como no hay más ná), ver a otra gente y hacer colas: para la comida, para los libros... Pero bueno, no quiero criticar que bastantes colas que hice yo (y haría de nuevo si pudiera regresar y ese fuera el único inconveniente). Decía que las ferias -del libro, de arte, cualquiera de ellas- se vuelven una fiesta en Cuba. El año pasado nos cogió la noche regresando de la Cabaña y daba gusto caminar entre el alborozo de los jóvenes que cantaban a coro. Todo el mundo hablaba, reía, se contaban chistes... ¡qué maravilla! Es ahí cuando a uno le dan deseos de salir corriendo para allá, cuando comparas este silencio, este orden excesivo, sin sorpresas, del mundo occidental con el caos absoluto de la isla.

La Feria del Libro que este año está dedicada a Galicia, tierra de mis antepasados, de la Amiga atlántica, de otros amigos que he ido conociendo a lo largo de mi viaje. 45 escritores gallegos estarán por allá, hablando con su acento bonito. Yo trataré de no perder detalle, lo cual, como se sabe, es difícil en un evento tan grande, pero ya les mandaré o les colgaré luego mis reportajes desde allá.

El otro incentivo es el Festival Jazz Plaza, que se estará celebrando entre los días 14 y 17 de febrero (allá nunca pasa nada, pero cuando pasa, coincide, qué casualidad). Voy a procurar ver todos los conciertos que pueda. Serán días arduos, lo sé, pero será un placer estar de un lado para otro, en mi salsa, sí, me encanta la farándula, no lo voy a negar, y si es en Cuba, más, allí disfruto mucho más de todo. Recuerdo hace un par de años que estuve en un concierto de Liuba María Hevia y estaba tan relajada luego de varios días de compromisos, acababa de llegar y aún no me encontraba en mi piel, que en una canción triste empecé a llorar como una niña. No me lo creía: estaba en el Nacional, que era como mi casa porque durante un tiempo no perdía ni una función, ya fuese en La Avellaneda, la Covarrubias, el Café cantante (las tardes de los jueves con los Tres dela Habana), el piano bar de arriba, aunque menos, y ahí estaba yo, en medio del concierto llorando lágrima viva. Un exorcismo, sí, y también lloraba de sentimiento, de sentirme de nuevo en casa, de pensar cómo siendo aquello tan bueno, tan barato: estar con amigos, en un concierto, con un tiempo marvilloso... yo había venido a parar a casa de la yuca, ¿pa qué? me preguntaba. Bueno, eso ya son explicaciones racionales, pero en aquel momento yo era pura fibra, la voz angelical de Liuba me había virado al revés y andaba yo con las tripas por fuera. Fue un concierto inolvidable.
Pero bueno, cambio de tema, que enseguida me pongo nostálgica, voy a volverme tan almibarada que van a terminar por aborrecerme. Decía que iré al festival de jazz, a todos los conciertos que pueda. Es cierto que ya el Jazz Plaza no es lo que fue, lo que era, ha perdido brillo, como han perdido brillo todas las cosas en ese medio donde todo lo que destaca al momento es absorbido por un agujero negro, quizás las salas de concierto de Miami y España se hayan enriquecido con la música cubana, o las discotecas de Can Cún, o Nueva York bailen al ritmo de los mejores músicos cubanos, pero lo que es allá casi todo ahora mismo jóvenes promesas (todavía no curtidas en las lides musicales) y algunas vacas sagradas como Chucho, Síntesis, etc. Y claro, están los que no se van, que sus razones tendrán, y respetables. Atrás quedan los tiempos del Festival de Varadero, del glamour de las divas del bolero, del Gato Tuerto (de verdad), tiempos que, por cierto, yo no viví porque era muy joven, pero me cuentan que eso sí era descarga y swing.
Ahora queda el mito, ah, los mitos, qué buenos son, sirven para dormirse en los laureles, para vivir de rentas. Y por eso Cuba sigue atrayendo a músicos de todo el mundo, también, por qué negarlo, no hay plaza en el mundo tan ávida de novedades y con esa cultura (ya caímos en el chovinismo), pero eso ya lo hemos discutido y estamos de acuerdo en que por H o por B, el caso es que la gente está ávida y abierta a todo lo que llega de fuera.
Entonces pues ya saben, me voy echando un pie. Intentaré postear desde allá alguna cosita si encuentro Internet a una velocidad decente. Ya saben que es difícil.
Por lo demás, cámara en mano, los tenis de caminar y muchas, muchas ganas.
No me voy todavía, es posible que aún los martirice con alguna cosita.
Un besón.

19 comentarios:

Jose Varela dijo...

Prima, deseo lo pases superbien y que nos traigas maravillosos videos y fotos.
Tu primo

CB dijo...

Se nota que te divertirás. Saludos.

http://e-sobre-v.blogspot.com/

El isleño dijo...

yo estoy aquí, pa' lo que te pueda ayudar... lo sabes aunque no nos conozcamos, que pa' eso también sirven estas conversaciones coloquiales y sinceras.

Y no se me ocurre nada mejor que auxiliarme del amigo de siempre, Benedetti (que ha estado enfermo en Montevideo y que acaba de salir del hospital el pasado viernes), para decirte a su estilo:

"El barrio

Volver al barrio siempre es una huida
casi como enfrentarse a dos espejos
uno que ve de cerca / otro de lejos
en la torpe memoria repetida
la infancia / la que fue / sigue perdida
no eran así los patios / son reflejos /
esos niños que juegan ya son viejos
y van con más cautela por la vida
el barrio tiene encanto y lluvia mansa
rieles para un tranvía que descansa
y no irrumpe en la noche ni madruga
si uno busca trocitos de pasado
tal vez se halle a sí mismo ensimismado /
volver al barrio siempre es una fuga."

(tomado de http://www.paginadepoesia.com.ar/clas_benedetti.html)

Pero, en cualquier escenario, ya sea de jazz o literario, siempre piensa que, parodiando al prof. Calviño, venir también "vale la pena".

Te esperamos!!!... en ambos espacios:
- en La Habana "farandulera" :-)
- y en este blog inteligente, momentáneamente desatendío :-(

Betty dijo...

"¡A tu tierra grulla, aunque sea solo con una pata!" ;-) Esa es una expresión familiar aquí para expresar la satisfacción por llegar al hogar después de una ausencia. Lo has reflejado tan bien aquí arriba, esa sensación de ir caminando por casa, de saber que te puedes encontrar con un conocido(y te tropiezas!) con tus vecinos de toda la vida, o los que quedan, de encontrarte con los amigos y comprobar que sigue allí ese banco o aquel árbol, o aquella esquina por la siempre pasabas, no se tiene en ningún otro sitio, te parece que vas leyendo el mismo libro y has retrocedido un poco las páginas, al oir el ruido del motor del agua o la conversación, el olor de las pizzas del paladar de enfrente, el sabor del barrio, a pesar de lo precario que te golpea. Así que buen viaje, recarga la pilas de tu sensibilidad, pásala bien, que salga bien todo y aquí te esperamos!

Anónimo dijo...

Ivis, te envío mis mejores deseos para tu viaje a tu querida isla, a la que han emigrado tantos gallegos.

Cuando regreses a Mallorca acuérdate del tema "Para Vigo me voy" compuesto por el maestro cubano Ernesto Lecuona Casado (Guanabacoa, 06.08.1895 - Santa Cruz de Tenerife, 29.11.1963); tema interpretado, entre otros, por Compay Segundo:



Vamos a la Conga, ¡Ay, Dios!

Vamos que ya suena el Bongó

Las maracas suenas ya

Y ya repica el timbal

Mi negra vamos detrás

Que la conga no vuelve más

Para Vigo me voy

Mi negra dime adiós

Anda bongosero toca ya

Que estoy medio loco por bailar

Para Vigo me voy, me voy, me voy

Mi negra dime adiós

Mira que la Conga ya se va

Para nunca más volver a sonar

Para Vigo me voy ...

Mira que la Conga ya se va.


Creo que Lecuona está enterrado en el cementerio de Westchester, en Nueva York, esperando su regreso a Cuba.

Por cierto, desconocía la expresión "¿De qué color es el caballo blanco de Maceo?"; en Galicia existe otra similar "¿De qué color es el caballo blanco de Santiago?".

Buen viaje.

Jobove - Reus dijo...

buen viaje que envidia !!!

al regreso pon fotos

besitos

Queseto dijo...

Ivis, que tengas un viaje magnífico, que goces con el jazz y con la Feria del Libro (¡este año veo que tocan "los ancestros"!) y te empapes de cariño de familia y amigos, y por supuesto, de LA ciudad. No me la dejes bañada en llanto, que cuando tú regreses, yo parto.

Se te "oye" tan feliz, que parece que tienes cascabeles en la voz... ;)

Anónimo dijo...

Ivis:
Disfruta por ti y por nosotros.
Saludos desde Texas
Julio

Yvette dijo...

Dale un beso a La Habana en mi nombre.
Espero las historias y las fotos, saludos a tu familia!

Ivis dijo...

Gracias a todos por sus comentarios.
Primo, si las fotos que hago son la mitad de buenas que las tuyas, me conformo.
Cb, bienvenido, espero que la visita te haya sido agradable.
Isleño, seguro que nos conoceremos, gracias por ese poema que no conocía de Benedetti (tiene tantos buenos).
Betty, lo de los ruidos es algo que me llama mucho la atención cuando voy a Cuba, la gente con sus pregones (todavía), a madre que llama al hijo a grito pelado, la música en una casa con altavoces para todo el barrio, los perros (que ladran más que aquí), todo es bullicio allá, y sí, el ruido del motor, ese es muy gracioso.
Haddock, descuida que me acordaré de la canción. Es una canción muy bonita. Hubo tantos de tu tierra que emigraron a la mía... por eso hasta los dicharachos coinciden.
Un saludo cariñoso desde aquí.
Te la má, Queseto, Julio, miles de gracias por vuestros deseos.
Nos vemos...

Ivis dijo...

Yve, gracias a tí también. Y te digo lo mismo que a mi primo, ojalá pueda hacer fotos la mitad de buenas de las que ustedes hacen.
Saludos.

El isleño dijo...

Hola a todos.

A propósito de este post de Ivis, creo que esto que les comentaré es casi un adelanto a su reportaje habanero (claro que a nivel de socio, sin copyright, ni copyleft y ni siquiera canon digital).

No sé si habrán leído que hoy comenzó una "avanzada" de la Feria del Libro en todas las librerías de Ciudad de La Habana... Pues ya hoy estuve casi dos horas en varias colas de esas que eran de esperarse en este tipo de eventos.

Como todos sabemos, los cubanos nos "ponemos" para los eventos como si fuera la feria agropecuaria de la Plaza de la Revolución de los fines de mes: pasé por 3 o 4 librerías en la mañana y el mediodía de hoy y en todas habían colas y de esas que caminan lentísimo porque nuestras librerías son pobres tecnológica y organizativamente, pero no pueden vender sin vale (en todas había un trabajador social que era quien controlaba la entrada de la cola y los tiques de los libros comprados, a la salida), no saben lo que son los scanners, los códigos de barra y ni soñar con cajas del tipo de "10 libros o menos" :-)

Pero tengo que reconocer que salí literalmente cargado, para mi propio disfrute y el de una pila de socios y socias de los que no se pueden dar un brinquito al barrio como Ivis: he comprado 3 o 4 buenas novelas, varios libros de poesía, muchísmos infantiles (hasta Juan Padrón sacó en versión novela su "Elpido Valdés contra Dólar y Cañón", ¿recuerdan el dibujo animado?) que tengo prole pendiente de ellos y, además, es una forma que regalar algo diferente a los hijos de todos mis amigos que están cumpliendo "misiones internacionalistas"...

Resumiendo, invertí casi 3 horas en darme el gustazo de poder comprar casi todo lo que ansiaba el mismo primer día de la "no feria". Me quedan varios títulos que he estado buscando y aún pendientes en este momento como la última novela de Padura (una biografía novelada sobre los últimso años de Trotski: El hombre que amaba los perros) y la última de Senel Paz (En el cielo con diamantes), pero me dijeron las dependientes que esperan nuevos libros la semana próxima (y es que se adelantaron muchísmo!!!, aún falta una semana entera para la inauguración oficial de la Feria en la Cabaña).

Pero ya de esas y otras anecdotas habaneras les puede escribir Ivis personalmente, que tiene mucha más gracia y mejor estilo narrativo que este isleño metido de fresco a "corresponsal" improvisado.

Ivis dijo...

Isleño:

Sorpresaaaaa! Tu comentario ha sido elegido como post del día.
Un saludo y que aproveches.

Aguaya dijo...

Ivis, te deseo de todo corazón que tengas un buen viaje y una estancia feliz. En la otra mejilla dale otro beso mío a La Habana, y dile bajito al oído... que la extraño...

Mar dijo...

Cubanita, que recargues las pilas en tu tierra y vuelvas rebosante de energía y buen material para el blog.
Boa viaxe!!!

Mar dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Al Godar dijo...

Cuanta envidia me da!
Te deseo lo mejor,
Saludos,
Al Godar

Yo soy Medea dijo...

Yo tambien te envidio, Ivisilla... llevame en la memoria aunque sea!!!

Ivis dijo...

Gracias a todos, Al, Amiga atlántica, Medea, los llevo en el corazón, (ya los llevaba).

Nos vemos!