martes, 30 de septiembre de 2008

Valldemossa

Valldemossa es quizás el pueblo más bonito de Mallorca, famoso por su iglesia, la Cartuja, que data de 1339, donde vivieron una temporada el compositor Friederick Chopin junto a su amante, la escritora George Sand, quien incluso escribió una novela llamada "Un invierno en Mallorca", (donde pone a los mallorquines a parir, dicho sea de paso). Otras cosas que caracterizan a este pueblo son sus maravillosas vistas y bucólicos paisajes; la venta de artesanías y ¡la coca de patatas! que es un panecillo que está buenísimo para mojar en chocolate caliente o café con leche.
Yo estuve hoy (quiero decir, ayer) con un par de amigas y pasamos un buen rato disfrutando del pueblo. Aquí les dejo algunas fotos para que vean qué preciosidad.

Hablando de preciosidades... Zuza y yo.

El pueblo es como un gran mercado de artesanía. Donde quiera pueden verse tiendecitas, algunas, como ésta, ofrecen curiosas alfombras. Sólo espero que no sean de verdad.
El pueblo es muy animado y siempre está lleno de turistas, sea invierno o verano.
Zuza y Conchi, esto fue antes de comernos la coca de patatas.


También abundan los cafés como éste, y absolutamente todas las casas son de piedra, es la normativa, no puede haber construcciones modernas en este pueblo.

Jardines de la Cartuja de Valldemossa, cuya torre puede verse a lo lejos.

Qué romántico este camino de cipreses, ¿verdad?
¿Y esto? Encima la tarde estaba nublada y parecía una película de época. Me imaginaba perdida entre los laberintos de Drácula de Coppola.
Un café, frente a la Cartuja.


Una de las antiguas puertas de la Cartuja, por lo visto.

4 comentarios:

Aguaya dijo...

Conozco Tenerife y unas pocas ciudades de la península y todas me han cautivado; tus fotos también. Linda que es Mallorca...

Ivis dijo...

Pues sí que es linda, Agua, sí que es linda, ya verás cuando vengas por aquí.

Un abrazo,

Queseto dijo...

Valldemossa siempre vale la pena. Pese al masivo turisteo. Bellas fotos y bellas amigas.

A Cuban In London dijo...

Me encantaron las fotos, ivis y solamente me preocupa que a la piel de leopardo que tienes en la primera imagen le de un ataquito de nervios, recobre vida y se ponga a perseguir a todos aquellos que colaboraron en colgarla ahi.

Saludos desde Londres.