viernes, 27 de julio de 2007

Las consignas martianas




He cometido grandes estupideces en estos días, sin embargo, como dicen que dijo Chaplin, diré "no me arrepiento de mis errores, no quisiera renunciar a la deliciosa libertad de equivocarme".
Pienso que si es verdad que Chaplin, Buda, etc. han dicho todas esas frases tan bonitas y filosóficas, debían ser unos tipos de puta madre, unos genios, vaya.
En Cuba pasa lo mismo, pero con Martí, al pobre lo tienen seco, para cualquier situación había una frase de Martí que venía como anillo al dedo. Claro que, fuera de contexto, hasta una cantinflada tendría sentido.
Recuerdo una noche cuando tenía como 17 años en que me acosté sin fregar los platos, cosa que había prometido hacer, y mi madre, muy dada a dejarme notas cuando se iba a trabajar, me escribió una que aún recuerdo, porque me marcó para toda la vida.
Decía la nota: "el sueño es pecado cuando queda algo por hacer, José Martí".
En aquel momento la nota me sobrecogió, y sentí un gran cargo de conciencia, hoy me descojono cada vez que la recuerdo. Ay mi mami, qué graciosa. Un besito, te quiero, de todos modos que sepas que el mensaje me llegó, pero vieja por poco me provocas un trauma, quién sabe si quizás por eso es que ahora padezco de insomnio.
Para quienes no lo conozcan, José Martí es el gran ideólogo de la revolución cubana (sin llegar siquiera a soñarlo pues el pobre murió medio siglo antes, en 1895). Fue un visionario, a juzgar por todo lo que han dado de sí sus discursos, artículos, poemas, obras de teatro y hasta cartas familiares, todos ellos recogidos en sus obras completas.
¿Quién no recuerda frases como "en silencio ha tenido que ser, porque hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas", de aquella serie que conmovió a Cuba entera. Otras como: "vale más un minuto de pie que una vida de rodillas", o "Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres" o "los niños son la esperanza del mundo", o aquella estrofa exaltada de "Abdala" donde decía aquello de "el amor, madre, a la patria/no es el amor ridículo a la tierra/ni a la hierba que pisan nuestras plantas/es el odio invencible a quien la oprime/ es el rencor eterno a quien la ataca".
Yo recuerdo con mucho cariño una frase que me enseñó mi madre y que luego pude buscar en una antología martiana que ella misma me regaló (y que quizás influyó en mi educación más de lo que soy consciente). Era la carta a María Mantilla, su ahijada, en la que le aconsejaba lo siguiente: "Pasa, callada, por entre la gente vanidosa. Tu alma es tu seda." O esta otra que reproduciré completa, tal cual la he hallado en Google (es increíble pero ahora en internet se enuentra de todo), y es la siguiente: "Mucha tienda, poca alma. Quien tiene mucho adentro, necesita poco afuera. Quien lleva mucho afuera, tiene poco adentro, y quiere disimular lo poco. Quien siente su belleza, la belleza interior, no busca afuera belleza prestada: se sabe hermosa, y la belleza echa luz. Procurará mostrarse alegre, y agradable a los ojos, porque es deber humano causar placer en vez de pena, y quien conoce la belleza la respeta y cuida en los demás y en sí. Pero no pondrá en un jarrón de China un jazmín: pondrá el jazmín, solo y ligero, en un cristal de agua clara. Esa es la elegancia verdadera: que el vaso no sea más que la flor. -Y esa naturalidad, y verdadero modo de vivir, con piedad para los vanos y pomposos, se aprende con encanto en la historia de las criaturas de la tierra."
Definitivamente es imposible (y nada más lejos de mi intención) ridiculizar a un escritor excepcional y un filósofo sobresaliente como José Martí, un hombre "con el decoro de muchos hombres", parafraséandolo. Pero no he sido yo quien ha abusado de él, sino los ideólogos de la revolución, y luego el pueblo llano, porque las cosas son así: comienzan por arriba y cuando se arraigan en el inconsciente colectivo ya el pueblo las hace suyas y ahí se acabó el copyright. ¿Y quién puede decirle a ese pobre bodeguero que con la mejor de las intenciones estampa una frase martiana en la pared de su bodega, en el fragor de un trabajo voluntario, de que quizás un lugar tan terrenal no es el más apropiado para este fin, sobre todo si la frase no tiene nada que ver con el contexto?
Puro realismo socialista, aunque casi que prefiero haber crecido viendo ese tipo de cosas que tantos anuncios publicitarios, como es la costumbre en el capitalismo, pero bueno, eso es otra reflexión, que hablábamos de Martí.
Como todo en esta vida, la filosofía martiana y su vigencia tienen un límite, y límites fue precisamente lo que no pusieron en Cuba. Los graffitteros institucionales cubanos abusaron tanto de las consignas y de las enseñanzas de Martí,(y no sólo de éste sino de Lenin, Marx, Engels, el Ché) que sus enseñanzas perdieron su encanto y su efectividad, y llegaron al colmo del ridículo, a la parodia. Las consignas -que ya no eran más frases sino consignas- servían lo mismo para estar en la pared o el mural ¿se acuerdan de los murales? de una escuela, que a la entrada de una cárcel, o de una tienda, donde perfectamente podría poner "Aquí no se rinde nadie". ¿Aquí? ¿Dónde? ¿En la escuela, en la cárcel o en la tienda? En fín.
Y es que el contexto lo es todo, y para sacar las cosas de su contexto original hay que ser muy cuidadosos, que no todo vale.
De todas formas, creo que todos los cubanos educados en la revolución habremos de agradecer a las ocurrencias de los grafitteros socialistas el gozar de una formación humanista que, aunque luego se haya perdido u olvidado durante el período especial, está ahí, en nuestro subconsciente, y es la que quizás nos haya servido a muchos para no perder el norte y no dejarnos llevar por la religión del consumo que impera en este capitalismo brutal, o quizás, sin saberlo, estos pensamientos sean como la biblia con la que muchos padres educan a sus hijos (eso y las canciones de la nueva trova). No me cabe duda de que así ha de ser, y el que no haya recordado una frase de Martí o una canción de Silvio estando fuera de Cuba debe ser porque emigró muy jovencito, porque eran el pan nuestro de cada día.
Yo al menos lo veo así. Y antes de despedirme los dejo con otra perla, martiana, cómo no: "El hombre, fuera de su patria, es como un árbol en el mar", ¿será verdad?

8 comentarios:

Yvette dijo...

Pura verdad.
Esa ultima no me la sabia. Pero esta bonita, o no?
Hay Pepe, que cosas las tuyas!!!

ja.

Te dejo antes de irme con esta, que esta escrita por alguna esquina de mi blog:

"Que el amor sea la moda que se marque al que no ame,
para que la pena lo convierta".
José Martí.

Ivis dijo...

Sin dudas era un hombre excepcional, un pensador que abarcó muchas esferas de la vida.
Quizás he sido un poco irreverente en este post, no era mi intención, pero bueno, ya está hecho. Bonita esa, nunca la había visto. Gracias por estar ahí.

Rafa dijo...

Me e encontrado navendando entre blogs aquí y sinceramente, me ha gustado mucho mucho este post-reflexión. Seguramente pensemos de formas distintas de reaccionar ante la realidad, pero aunque no haya nacido allí (en la isla), sino en este mar de publicidad que ya agobia hasta que lo ignoras e inconscientemente se te mete en la cabeza, pues te entiendo y me identifico con muchas cosas.
Despues de todo esas frases-consigna tambien seguro pueden llegar a agobiar y actuan como la publidad, solo que con el objetivo de intentar hacerte mejor persona (no de que compres el nuevo coche ultimo modelo). Diferentes sistemas, diferentes objetivos, parecidos metodos.

Un saludo.

Ivis dijo...

Tienes razón, Rafa, me encantaría vivir en un sistema donde no te intentaran vender nada, pero claro, eso es utopía.
Saludos.

GaviotaZalas dijo...

Martí, trasciende,sus pensamientos y sensibidad son propias de personas diversas, seres superiores, aquellos que han entendido las cosas veramente importantes en la vida, y buscan desesperadamente de trasmitirlas porque han descubierto un enemigo El TIEMPO. Esta imagen de Martí es un paragón??? o son solo ideas mias...??? Quién hizo ese retrato??? porque comienza a sonarme la oreja,,,,,

General Electric dijo...

Hola Ivis,

esa melcocha ideológica hecha de retazos de frases inconexas, descontextualizadas, mal atribuidas y pegadas en cualquier puerta es inevitablemente parte de nuestro bagaje...

de las frases mal atribuidas a Martí ahora recuerdo aquella de "Robar un libro no es robar" algo que él nunca dijo en ninguna parte, pero que sirvió de pretexto a no pocos desfalcos de bibliotecas

saludos y gracias por llamarme la atención sobre el texto... quiero hacer tiempo para leer otras entradas viejas de varios amigos bloggers

Ivis dijo...

Así que robar un libro no es robar, ¿no? Yo te digo a tí...
Qué país, ¡qué país!

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Hola Ivis:
No lo puedo asegurar, porque no lo he visto en sus obras completas, pero creo que en todo caso lo que dijo Martí fue:
"Robar de un libro, no es robar".
Creo que todos los cubanos nos deberíamos sentir orgullosos de que Martí haya nacido en nuestra isla. Más allá de la utilización que se le ha dado a su pensamiento, en esas innumerables consignas que han servido para justificar el accionar político de los cubanos de todas las tendencias, creo que hoy sigue resultando de un atractivo inmenso acercarse a la obra de Martí con los ojos escrutadores, seguros de que encontraremos en sus letras a un alma superior. Martí sabía muy bien lo que estaba diciendo, y su figura es mucho más grande que esa que nos enseñaron en los matutinos, y esto lo digo en todos los sentidos. Yo he tenido la suerte de acercarme a él con la seriedad de la madurez que dan los años, partiendo de cero, sin tener en cuenta esa imagen que de él me dieron, y no me defraudó para nada ese acercamiento. Sus libros siguen siendo para mí, libros de consulta obligada y constante.
Como poeta, por ejemplo, no dejo de asombrarme ante la belleza y la fuerza expresiva de sus endecasílabos, tan raros, que ni lo parecen, endecasílabos que consiguen una sonoridad y un ritmo tan poco acostumbrado, que aturden. Como prueba de ello, te dejo aquí mi preferido. El canto de otoño, aunque sus versos libres hay que estudiarlos minuciosamente. Besitos:
Tadeo

CANTO DE OTOÑO

Bien; ya lo sé!: -la muerte está sentada
A mis umbrales: cautelosa viene,
Porque sus llantos y su amor no apronten
En mi defensa, cuando lejos viven
Padres e hijo.-al retornar ceñudo
De mi estéril labor, triste y oscura,
Con que a mi casa del invierno abrigo,
De pie sobre las hojas amarillas,
En la mano fatal la flor del sueño,
La negra toca en alas rematada,
Ávido el rostro, - trémulo la miro
Cada tarde aguardándome a mi puerta
En mi hijo pienso, y de la dama oscura
Huyo sin fuerzas devorado el pecho
De un frenético amor! Mujer más bella
No hay que la muerte!: por un beso suyo
Bosques espesos de laureles varios,
Y las adelfas del amor, y el gozo
De remembrarme mis niñeces diera!
...Pienso en aquél a quien el amor culpable
trajo a vivir, - y, sollozando, esquivo
de mi amada los brazos: - mas ya gozo
de la aurora perenne el bien seguro.
Oh, vida, adios: - quien va a morir, va muerto.
Oh, duelos con la sombra: oh, pobladores
Ocultos del espacio: oh formidables
Gigantes que a los vivos azorados
Mueren, dirigen, postran, precipitan!
Oh, cónclave de jueces, blandos sólo
A la virtud, que nube tenebrosa,
En grueso manto de oro recogidos,
Y duros como peña, aguardan torvos
A que al volver de la batalla rindan
-como el frutal sus frutos-
de sus obras de paz los hombres cuenta,
de sus divinas alas!... de los nuevos
árboles que sembraron, de las tristes
lágrimas que enjugaron, de las fosas
que a los tigres y vívoras abrieron,
y de las fortalezas eminentes
que al amor de los hombres levantaron!
¡esta es la dama, el Rey, la patria, el premio
apetecido, la arrogante mora
que a su brusco señor cautiva espera
llorando en la desierta espera barbacana!:
este el santo Salem, este el Sepulcro
de los hombres modernos:-no se vierta
más sangre que la propia! No se bata
sino al que odia el amor! Únjase presto
soldados del amor los hombres todos!:
la tierra entera marcha a la conquista
De este Rey y señor, que guarda el cielo!
...Viles: el que es traidor a sus deberes.
Muere como traidor, del golpe propio
De su arma ociosa el pecho atravesado!
¡Ved que no acaba el drama de la vida
En esta parte oscura! ¡Ved que luego
Tras la losa de mármol o la blanda
Cortina de humo y césped se reanuda
El drama portentoso! ¡y ved, oh viles,
Que los buenos, los tristes, los burlados,
Serán een la otra parte burladores!
Otros de lirio y sangre se alimenten:
¡Yo no! ¡yo no! Los lóbregos espacios
rasgué desde mi infancia con los tristes
Penetradores ojos: el misterio
En una hora feliz de sueño acaso
De los jueces así, y amé la vida
Porque del doloroso mal me salva
De volverla a vivi. Alegremente
El peso eché del infortunio al hombro:
Porque el que en huelga y regocijo vive
Y huye el dolor, y esquiva las sabrosas
Penas de la virtud, irá confuso
Del frío y torvo juez a la sentencia,
Cual soldado cobarde que en herrumbre
Dejó las nobles armas; ¡y los jueces
No en su dosel lo ampararán, no en brazos
Lo encumbrarán, mas lo echarán altivos
A odiar, a amar y a batallar de nuevo
En la fogosa y sofocante arena!
¡Oh! ¿qué mortal que se asomó a la vida
vivir de nuevo quiere? ...
Puede ansiosa
La Muerte, pues, de pie en las hojas secas,
Esperarme a mi umbral con cada turbia
Tarde de Otoño, y silenciosa puede
Irme tejiendo con helados copos
Mi manto funeral.
No di al olvido
Las armas del amor: no de otra púrpura
Vestí que de mi sangre.
Abre los brazos, listo estoy, madre Muerte:
Al juez me lleva!
Hijo!...Qué imagen miro? qué llorosa
Visión rompe la sombra, y blandamente
Como con luz de estrella la ilumina?
Hijo!... qué me demandan tus abiertos
Brazos? A qué descubres tu afligido
Pecho? Por qué me muestran tus desnudos
Pies, aún no heridos, y las blancas manos
Vuelves a mí?
Cesa! calla! reposa! Vive: el padre
No ha de morir hasta que la ardua lucha
Rico de todas armas lance al hijo!-
Ven, oh mi hijuelo, y que tus alas blancas
De los abrazos de la muerte oscura
Y de su manto funeral me libren!

JOSÉ MARTÍ