Sé que a muchos les resultarán cotidianos estos paisajes urbanos. Resulta que a mí no, y tuve la oportunidad de observarlos así, a diferentes horas, durante este fin de semana que pasó.
Madrid es una ciudad para disfrutarla, una ciudad para no dormir (hay tantas cosas que hacer que el tiempo no alcanza cuando uno está de paso). Pero es también una ciudad injusta, difícil para sus habitantes que tienen que recorrer kilómetros para ir a trabajar, una ciudad competitiva, marginal a ratos, sucia. Hay demasiadas personas luchando por tener un espacio en este mundo, y muchas de ellas no lo tendrán nunca. Es la dura realidad.
6 comentarios:
Mi regreso a la opinión debería estar acompañado por un escrito justificando mi ausencia, desplegando argucias que que convenzan al interlocutor como si fuera un marido Borracho a deshoras. Pero, no creo que deba pues sigues ahí por sobre todas las cosas y sigues siendo simplemente tu: sufriendo, soñando aprendiendo y amando.
Yo
PD. Con licencia de los jevos y demás entes sigues riquísima.
Jajaja, eres gracioso. No hacía falta el preámbulo, te esperaba.
Bueno, lo de las tantas fotos a diferentes horas, amiga Ivis, también evidencia lo mucho que se estuvo en la "habita"
Es que Madrid tiene eso: trasmite deseos de estar haciendo fotos a todas horas.
Saludos.
Jajaja. Chago... la verdad es que estuve poco pero lo aproveché ;-)
Madrid es cara y cruz, Ivis, pero el otoño le queda pintado... el final del post me dejó desmadrilada aunque vamos a pensar en que es mejor 'la botella medio llena' y muchos logremos sobrevivir a la hostilidad de esta ciudad y de cualquiera para disfrutar de la belleza...
¿La cambiarías por tu isla?
Un abrazo, desde donde sino...
el primer lugar que me iría ahora mismo sería a Cuba.
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