Una vez al año, es tradición (una tradición que se va perdiendo, como muchas otras) que las familias mallorquinas se reúnan para hacer la matanza de uno o dos cerdos que luego convierten en los embutidos que les acompañarán en sus celebraciones el resto del año (ahora se comen ocasionalmente pero antes formaban la base de la alimentación de los mallorquines). El sábado pasado fui invitada a una de estas matanzas, lo que para mí fue todo un honor, pues compartir estas tradiciones me hace querer cada vez más a esta tierra y su gente.
Hicimos muchas fotos, no quería dejar pasar la ocasión de mostrarles este singular acontecimiento, aunque les advierto que hay algunas imágenes que pueden herir la sensibilidad de vegetarianos y amantes de los animales. Los seres humanos somos un poco bestias, pero qué se le va a hacer, la
sobrasada está muy buena.
Espero que les guste este reportaje. Las fotos las hicimos varios de los que estábamos presentes aquel día, y llegaron a mí por cortesía de Mar Sancho.
13 comentarios:
Interesante fotoreportaje. Me imagino que debe ser impactante estar presente en una actividad como esta. Felicidades!
Muy buenas fotos,me recuerdan la casa de mis abuelos paternos en los campos de "Las Villas",cada vez que nos invitaban a un "puerco matao" era todo un acontecimiento para mi familia,asicomo algo intrascendente para mi que con 8-9 años queria ser "cosmonauta"
Un saludo:ROBERTO
Buen reportaje. Yo me acuerdo cuando se mataba un "macho" en casa de la familia en Cuba y cómo nos encantaba aquello de sacar la manteca y hacer los chicharrones.
Y por supuesto, la sobrasada está exquisita. Un saludo.
Rafael,
Pues sí que lo es, es enriquecedor. Ser partícipes de ese lento proceso hace que luego cuando nos enfrentamos al alimento le encontremos más valor. Es el triufo de lo artesanal sobre la máquina. Saludos, te he añadid a mi blogroll.
Pues sí, María, tremendo trabajito, pero valió la pena. Aún no he probado la sobrasada porque hay que dejarla que se cure. Un abrazo.
Roberto, me alegro de que te gusten las fotos, a mí también me encantan, las encuentro monísimas.
JECuevas, yo también me acuerdo de cuando iba al campo a casa de mi familia, creo que para cualquier niño esas imágenes son inolvidables pues se aprende mucho observando a los güajiros. En el campo todo tiene su orden y su lógica y nada es gratuito, es el resultado de la experiencia.
Siempre quise saber como se hacian los embutidos. Que fascinante fotoreportaje. Y tus explicaciones, tan claras. No en balde este blog se ha convertido en otro de mis vicios :) Gracias!!!
Gracias a tí, ernesto, por pasarte por aquí. Un saludo, yo también te confieso que tenía tremenda curiosidad por saber cómo se hacían los embutidos.
Ottimo il tuo post Ivis, e ottime le foto. E non ci crederai, anche questo post mi ricorda la Sicilia. E ti spiego perché: Anche in Sicilia esiste una tradizione che si chiama LA MATANZA. Questa tradizione é la tradizionale pesca del Tonno, diversa dalla pesca normale di questo pesce!!
I pescatori (Tonnarotti si chiamano li) della Matanza , che é il nome anche del luogo, circondano i pesci, e li uccidono subito appena le reti alzandoli, fanno apparire i pesci. Subito vengono tirati fuori con dei gangi di ferro. Tutto accompagnato dai canti tradizionali degli uomini.
che loro chiamano TONNARA.
Questo modo di pescare é piaciuto talmente tanto a Jacques, che descrisse questa antica tradizione, in uno dei suoi libri.
La tradizione é vecchia centinaia di anni, e la parola MATANZA in siciliano, deriva dalla parola spagnolo "matar" . Per questo noi siciliani chiamiamo questa tradizione matanza :)
guarda qui: http://www.youtube.com/watch?v=l2QgJqDrpdA
un abbraccio,
Salva :)
Qué interesante esto también. Me encantan las tradiciones, es algo que no debe perderse y a lo que la globalización hace mucho daño.
Lindísimo el vídeo, gracias por la información.
Hola prima,
Yo vivi esas experiencias cuando de nino nuestra familia se internaba monte adentro donde los padres de mi hermana Nelsy vivian.
Te confiezo que a mis ojos de nino aquello mas que una tradicion era algo espantoso. El pobre puerco chillando como un condenado a muerte, la punalada, los chorros de sangre, y todo lo que le seguia despues. La unica parte que recuerdo con agrado era el olor de la carne cocinada, o de los chicharrones fritos en una caldera sobreabundante de manteca. Por cierto la carne de puerco me ponia y me pone enfermo del estomago. Pero como son tradiciones pienso no deban perderse pues mantienen a las familias y a las amistades unidas.
Buen fotorreportaje.
Muy interesante el fotoreportaje, me trajo muchos recuerdos de Cuba, recuerdo que hasta mi abuela sacrificaba a los puercos para nochebuena (o sea, en algunas partes de Cuba no era tan sexista).
Primo, qué lástima tu problema con la carne de cerdo, con lo rica que es.
Un besote.
Pues me alegro de que así haya sido. Yo aún recuerdo cómo mi abuela mataba las gallinas retorciéndoles el pescuezo. Yo por nada del mundo hago eso, por favor.
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