El domingo pasado tuve la ocasión de ver una puesta de sol desde el Molinar, en compañía de mi buen amigo Antonio Saura, un romántico perdido. De no haber sido por él, no me hubiera detenido a observar cómo el sol se ponía tras las montañas, desde el primer hasta el último rayo, como si de un ritual se tratase. Este Antonio es un maestro de las cosas importantes de la vida. Aquí les dejo una foto que hice con el móvil.
6 comentarios:
Yvis, esta COOL, el vinculo que pusiste donde se puede escuchar la musica. Algunas de esas canciones las habia oido, pero no sabia quien las cantabas. Gracias, el Santiaguero.
Así mismo, María, como se suele decir, la realidad supera a la ficción. Esos colores son difíciles de imitar.
Santiaguero, me alegro de que te gusten las canciones, pronto pondré otras, para que haya más variedad.
Un abrazo.
como diria Serrat, que le voy a hacer si yo naci en el Mediterraneo...Aunque me encanta mi mar hecho mucho de menos vuestro Caribe, tengo ganas de volver a Cuba y ver a mi William, te hecho de menos, ya no se como dice David Torrens ya no se si soy "ni de aqui ni de alla".
esa foto habla eh?! es lindísima, con el faro y los haces de luz...
un beso, desde los fríos madrles a 5 grados cubani!
Gente, perdonen que no haya contestado antes, pero es que la música me gusta tanto que no me dan ganas de dejar de escucharla, jajaja.
Un abrazo,
Ivis.
Y uno que gasta una pila de dinero en cámaras caras y tu con un celular mira la joya que casaste!
De pronto me recuerda el Morro visto de lejos. Descontando la puesta de sol, claro.
Saludos,
Al Godar
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