Bueno, como ya se va haciendo costumbre, hoy domingo toca el turno de la composición:
"Mis vacaciones de domingo" (tienen que imaginarse una voz infantil y chillona, como la de Ana Nora Calaza)
El domingo estaba bonito. Había un sol radiante y nos fuimos a casa de unos amigos de unos amigos en Bunyola, un pueblecito de Mallorca enclavado entre montañas. Era la primera vez que íbamos.
Al llegar nos encontramos con una casa maravillosa, y una gente simpática y atenta.
Almorzamos paella, ¡qué rica la paella!, es el mejor invento de España. Luego estuvimos conversando y descansando, algunos hasta jugaron dominó. Yo aproveché para hacer estas fotos que ahora les muestro, con mi ya inseparable cámara fotográfica (algún día aprenderé a manejarla, lo prometo).
¡Qué bonito es el campo mallorquín! ¡Qué bonitos son los domingos entre amigos!
Vista del campo desde la casa de los amigos.
Armando y Jorge cayéndose a mentiras junto a un olivo.
Una servidora posando con Juan Carlos, el amabilísimo anfitrión.
Menudo refugio. Yo quisiera amanecer viendo estos paisajes.
La hora de la paella.
"Mis vacaciones de domingo" (tienen que imaginarse una voz infantil y chillona, como la de Ana Nora Calaza)
El domingo estaba bonito. Había un sol radiante y nos fuimos a casa de unos amigos de unos amigos en Bunyola, un pueblecito de Mallorca enclavado entre montañas. Era la primera vez que íbamos.
Al llegar nos encontramos con una casa maravillosa, y una gente simpática y atenta.
Almorzamos paella, ¡qué rica la paella!, es el mejor invento de España. Luego estuvimos conversando y descansando, algunos hasta jugaron dominó. Yo aproveché para hacer estas fotos que ahora les muestro, con mi ya inseparable cámara fotográfica (algún día aprenderé a manejarla, lo prometo).
¡Qué bonito es el campo mallorquín! ¡Qué bonitos son los domingos entre amigos!
Vista del campo desde la casa de los amigos.
Armando y Jorge cayéndose a mentiras junto a un olivo.
Una servidora posando con Juan Carlos, el amabilísimo anfitrión.
Menudo refugio. Yo quisiera amanecer viendo estos paisajes.
La hora de la paella. Aunque parezca difícil de creer, todavía soy una niña para mi papá.
11 comentarios:
Hay si.
Y que bonita la foto con tu papá...! Y que rica paella, que hermoso lugar!!!
Repito: Tengo unos deseos de conocer esas Españas!!!
Un beso.
Ay, Ivis!!! que lindo, me estoy empezando a acostumbrar a estas composiciones dominicales tuyas.
Te fijaste en tu reflejo de la ventana en la foto de la paella? fantástico!!!
Qué maravilla estos pinares mediterráneos, me traen recuerdos de mi infancia, mi colegio de Málaga estaba en medio de un pinar como este. Tus fotos me traen el olor a resina...
Jajaja, Yve, tienes que venir, chica, no lo digas más y embúllate.
Ya te lo dije.
Pues no me había fijado. Amiga, gracias por hacérmelo notar.
¿Al final viniste a la fiesta de disfraces?
Un besito.
Pues no Ivisiña, aproveché que estaba sin churumbeles para ir al cine, pero ya vi que me perdí un buen sarao... en otra ocasión, la idea fue fantástica.
Biquiños
Bueno, aver si es verdad. ¿Qué viste?
Yo ese día fui a ver una llamada "Adios, pequeña, adios", la de la niña que raptan que tiene mucho parecido a la historia de Maddie.
No me gusta este tipo de películas, porque no me aportan nada desde el punto de vita estético, aunque no estaba mal hecha, todo sea dicho.
Lo que sobró de esa paella todavía lo estoy oliendo, mmmmmm, qué rico!!!
Pues yo fui a ver una americanada de esas de Hollywood que tenía un buen reparto, Leones por Corderos. Para mi gusto demasiada moralina... me hubiera divertido más en la fiesta de máscaras seguro.
Ivis que maja te ves... bueno saliste a tu padre, que aun conserva un aire, un espiritu, vaya que debio haber sido majisimo
gracias por compartir esos dias tan lindos.
Gracias Mede, Frigi, anónimo, son días lindos de verdad. Creo que soy afortunada por poder tener tiempo y gente linda con quien compartirlo (como ustedes).
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