domingo, 11 de noviembre de 2007

Las mañanas de los sábados

Últimamente me ha dado por ir a desayunar los sábados a Literanta, bueno, a decir verdad me ha emplazado Antonio, un amigo a quien le gusta mucho el sitio (a mí también me gusta pero nunca se me habría ocurrido que una librería fuese un buen sitio para desayunar).
Literanta es un local muy moderno de aquí que tiene librería y además una barra de bar y unas mesitas coquetas que, como pueden ver dan a un jardín más coqueto todavía.
Eso, un buen café con leche, o un té, la música jazz muy bien seleccionada que ponen en el local, y leer el Babelia (el suplemento de libros que sale cada sábado con El País), ya forman para mí un círculo de placer absoluto.
Me encanta leer el periódico los sábados por la mañana, qué delicia hojearlo y descubrir cosas interesantes, artículos inteligentes, saber qué pasará, aunque luego la pereza o la falta de planificación me venzan y no vaya a ningún acto, pero el sólo hecho de saber qué acontece, de saber que si quisiera podría ir al teatro o a un concierto, ya me llena.
No sé si a ustedes les pasará como a mí, pero con los años siento que estoy más apegada a estos pequeños placeres cotidianos, y ya no sabría vivir sin los cafés, los periódicos (de verdad), los libros, mi música, todos esos detalles que faltan en nuestra Cuba, tan carente de refinamientos y donde es tan difícil disfrutar de detalles tan sencillos como un buen café (sin chícharos), un pan bien hecho (es decir, con grasa, no esos que te parten la encía y se desmoronan de lo duros que están), un buen periódico (no un panfleto y encima tan corto que cuando estás empezando a leerlo se acabó), etc., etc.
Espero que esas cosas también cambien algún día. Me encantaría que las calles de mi Cuba se llenasen de cafés.

5 comentarios:

Yo soy Medea dijo...

Bueno Ivis a falta de cafes en cada esquina hay un timbiriche que venden cervezas... que feo, eh?

Osvaldo Cleger dijo...

yo vivo y muero en Barnes and Nobles, no sé si lo tienen en España, es una de las mayores librerías de los EEUU. Adentro hay casi siempre un Starbucks (mi café favorito después del turco, que casi nunca bebo). Antes de que naciera mi hijo me pasaba los días metido entre las mesas de Barnes and nobles leyendo libros que no compraba :o) y tomando café. Sin mentirte, al menos un décimo del salario me lo dejo cada mes en Starbucks.
Los días que ando en baja, a veces me basta con caer por Starbucks y ordenar un caramel machiato para recomponérmelo.
Como ves siempre lo estoy tomando ¿quieres un buchito?

Yo soy Medea dijo...

oh! que casualidad... caramel machiato... mi preferido. pero lo evito porque tiene muchas calorias. Han probado el cafe vietnamita?

Ivis dijo...

Me encantan los Starbucks, lástima que aquí en Mallorca no haya, tampoco hay Barnes and nobles, no sé si por suerte o por desgracia, una porque la globalización no siempre es buena: se pierden los sabores auténticos, como estamos cansados de escuchaar (pero es verdad) y otra, porque de existir unas tiendas así de tentadoras a mí tampoco me alcanzaría el salario (menos, digo).
Ah, cuando voy a Madrid o a Barcelona siempre procuro ir por un Starbucks, más por la música y las butacas confortables (y las cookies y los muffins y la canela y el polvito de chocolate) que por el nombre en sí. Bien pensado, al final los americanos son los mejores en eso del marketing.
Esos pequeños detalles alegran la vida. Nos hemos refinado, amigo Cleger y amiga Medea. Por cierto, Medea, nunca he probado el café vietnamita, ¿es bueno?

Bauta dijo...

Ivis,
Yo cuando me mudé para New Jersey, me acostumbré a ir a un cafecito que está e Union City donde se reúnen los viejitos del exilio histórico a jugar domino. El lugar se llama “El Artesano”.
Allí me desayunaba casi todos los domingos unas tazas de café con leche y unas tostadas con mantequilla (todo en plural, porque quien se come o bebe una, obligatoriamente pide mas). Leía el periódico, escuchaba anécdotas del presido, de los primeros años en el exilio, de los nietos que no hablan “ni pio” de español, toda una lindura.

Ahora vivo en Manhattan y auque todavía disfruto mucho mis mañanas de fin de semana todo es un poco mas anglo. Quizás pronto me embulle y pase por NJ y tiro un par de fotingas, luego las cuelgo en mi web para que las veas.
Saludos!
JC