miércoles, 21 de enero de 2009

La estatua ridícula de Martí

(Pueden ampliar la imagen para ver los detalles)

Paseando por 23 me encontré de pronto con este monumento en honor a José Martí que han puesto a la entrada de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC). Lo primero que pensé fue: "ese no puede ser Martí", pero para mi sorpresa se trataba del mismísimo héroe nacional en esa postura inverosímil y con una cara de gato que ni mandada a hacer.
Luego me acerqué y leí la inscripción, ahí me enteré de que dicha escultura fue inspirada en un autorretrato que se hizo Martí como un Chac mool. O sea, que no era una broma, ¡pero vaya si lo parecía! Creo que el escultor que la hizo tiene muy mala leche.
Pobre Martí, ya no saben en qué postura colocarlo. Recuerdo que de pequeña, cuando pasaba por la Plaza de la Revolución, le preguntaba a mis padres si estaba haciendo caca. No sé por qué me parecía -me sigue pareciendo- que estaba sobre la taza del baño, ¿y por qué no iba a estarlo? ¿Verdad? Reflexionando en la taza (o en la letrina), que es un lugar muy apropiado para reflexionar.

Pensando en esto me viene a la mente el chiste de Pepito en el que la maestra le pregunta a los alumnos dónde cayó nuestro héroe nacional, a lo que Pepito muy entusiasmado responde: "Bueno, maestra, el cuerpo no sé dónde cayó, pero la cabeza yo la ví en el patio de la escuela".


Fotos: Panoramio

9 comentarios:

Salva dijo...

Certo che l'aritsta o era pieno di alcool, o aveva fumato tabacco speciale ;)

La prima foto, ho riso sinceramente :) Sembra che li fá flessioni per un sixpack muscolare lol

La terza foto, si quella statua é perfetta!

Un abbraccio Ivis,

Salva :)

PS: bello di vedere di nuovo la Ivis che conosco :)

Verónica dijo...

Hola, Ivis, qué cómico el chiste. Esto es característico de nosotros, a la vez que endiosamos a proceres hacemos chistes a menudo para ridiculizarlos, o para "relajarnos" nosotros por tanta tensión solemne con esa imagen.
Por cierto, en los grandes asentamientos mayas de aquí de México, que hoy son centros turisticos, siempre (y con insistencia) venden estatuas del Chac Mool, así en esa posicion. Pensativa, pero relajada...
(Desconocía esa estatua de Martí, gracias a tu blog me entero)
Saludos,
Verónica

Kerala dijo...

Siempre que recuerdo mis visiones "espirituales" de las cosas, cuando era niña, mi referencia cercana estaba anclada en cuentos de La Edad de Oro, para muchos Martí ha servido de chistes. Para otros, como yo, es una verguenza dejar pasar ridiculeces como estas, diciendo que son arte. Pena de nosotros los cubanos, justificando todo con el buen humor o con un sello distintivo del "arte cubano". Si perdemos memoria, historia e identidad pasaremos la vida así al lado de la chimenea, añorando el sol que vimos. Te entiendo, a veces

Ivis dijo...

Salva, no me había fijado, pero es cierto que parece que está haciendo abdominales.
Verónica, gracias por la anotación, no sabía que era tan comunes estas estatuas, pero en todo caso, a Martí como que no le sienta muy bien el traje, ¿no crees? O quizás sí, si total, él mismo se pintó así, igual había bebido ese día un poco más de ginebra y al fin y al cabo era un hombre, no un dios como nos lo han pintado, y a los hombres se les puede gastar bromas de este tipo.
María, yo no sé el resto, pero yo me sigo riendo de este mamarracho.
Kerala, bienvenida, creo que el quid del asunto está en que es una mala escultura, fea, y que no encaja con la figura solemne de Martí que se ha impuesto en el imaginario colectvo (el Martí heroico, el luchador), aunque quien conozca más profundamente la obra del apostol cubano sabrá que no era tan circunspecto, o al menos no siempre, también era un hombre muy tierno y bastante enamoradizo. Por eso mismo tampoco cabe escandalizarse demasiado, porque los héroes y próceres son una idea un poco aberrante desde su concepto, y sirven para arraigar en la gente ese otro concepto también engañoso que es el de la patria. Resumiendo, estoy de acuerdo con desacralizar la figura de Martí, lo que no estoy de acuerdo es con esta escultura en concreto.

Garrincha dijo...

una vez un socio en cuba se dedicó a fotografiar bustos de martí por toda cuba.
era una galería de mostricos.

Ivis dijo...

Jajaja, qué bueno está eso.
Estaría bien ver esa colección.
Un beso, Garrix.

Anónimo dijo...

Ivis, me has hecho acordarme de un busto de Martí que había entre el estadio de la Universidad de La Habana y la quinta de los Molinos.
La cabeza estaba enmarcada por algo que parecía una concha, así como dos platos unidos por una bisagra.
Siempre pensé que aquello decía que Martí "era tremenda perla"

Ivis dijo...

Tremenda perla, sí señor, si le decían "Pepe ginebrita", jajaja.

Anónimo dijo...
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