Tras del éxtasis llega la cordura,
los deberes cotidianos, la paciencia.
Son tan pocos instantes en la vida
en que olvidamos todo lo que somos
que tenerlos es ya tesoro en mano.
Si después del tropel de sentimientos
llega el orgasmo, el éxtasis, el cauce,
hagamos una fiesta, pero nunca
olvidemos que también fuimos felices
antes del beso.
3 comentarios:
ese es un detalle que muchas personas olvidan, es una tremenda lastima pero es una fiesta breve el que personas se den cuenta.
Antes del beso, después del beso... hay que ser felices en cada momento, pero a mí personalmente me gusta casi más el antes que el después. Esa sospresa, ese salto en el estómago, es para mí lo más atractivo.
Luego puede ser bueno o malo, pero casi nunca supera a nuestra imaginación.
Gracias por pasarte por aquí. Aarón.
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