Preciosa canción, y muy cierta.
Me encanta eso de que "al fin la tristeza es la muerte lenta de las simples cosas".
Dentro de la filosofía de intentar ser felices no entra renunciar a la tristeza ni a la melancolía, esa "saudade" de que hablan los portugueses. Eso también se disfruta, como me enseñó un buen amigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario