Los cubanitos duermen y se quejan
de que por esta causa
no pueden asistir
al feroz espectáculo de la vida.
Que se pasan los años
entre arroz y frijoles
y colas para todo.
Y yo que en teoría
ya puedo estar despierta
y sonrojarme con recato
o reír con alevosía,
daría cualquier cosa por
poder estar dormida.
3 comentarios:
Pero despues de ver el video ese de aprender a ser feliz, he empezado a pensar que tengo que dejarle menos espacio a la nostalgia... es que me consume inutilmente y de cualquier manera es un ancla. No se si pueda.
posteas mucho, bueno y muy rápido... Este poema tiene la sencillez de las materias que evoca: un plato de arroz con frijoles y una rodaja de pan (no la mencionas pero la intuyo mientras la mojas en la tinta de los frijoles...)
Pues ayer comí frijoles, me abrió el apetito el Aseroso con su evocación de este manjar. No los cocino hace como un año, por suerte me invitaron. Gracias, friji. Medea, es cierto que no hay que vivir en el ayer pero no tengas miedo a la nostalgia, sin ella seríamos insoportablemente alegres.
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