jueves, 9 de agosto de 2007

Más poemas (adolescentes)

Anti-reloj

Romperé los relojes de mi casa,
voy a romperlos, sí, porque me asustan,
me vuelven una autómata regida
por un montón de piezas, de chatarra.

Y el que llevo en el brazo, ese martirio,
esa soga en mi cuello, ese verdugo
que me recuerda siempre qué no he hecho,
lo dejaré caer así, al descuido.

Al grande de la sala, al cantadero
le meteré una flor entre sus ruedas
una flor fresca, húmeda, viviente,
que oxide, con su savia, el esqueleto.

Nunca serán personas, nunca pájaros,
aunque canten las horas, aunque griten
aunque tengan colores no son árboles,
no dan flores ni frutos, sólo números.

Pobres relojes tontos, pobrecitos
en sus cárceles de oro encapsulados.
Recorriendo su pobre repertorio
una tras de otra vez, al infinito.



Días de lluvia


Es magnífico sentarse y ver llover
a través de la ventana,
cuando uno está tan solo.

Es mejor que correr tras de la efímera,
perversa e impalpable
felicidad.

Qué palabra tan hueca y rimbombante,
absurda y asediada,
de muchos, un afán.

Para mí es un enigma,
no sé cuando la tengo,
y en noches como ésta,
se me va.

Sólo queda esta lluvia
que no cesa.
Como el llanto que falta a mis ojos,
como el mar.

Eterna y atrevida,
penetra en mi santuario
me moja sin quererlo,
me invita a recordar.

En mi vida he tenido
lluvias alegres,
cobijada en los brazos
de algún que otro galán.

He tenido aguaceros
memorables,
de los que no he querido
despertar.

Mas ésta es una lluvia diferente,
acorde con mi espíritu,
oportuna.

La escucho palpitar,
con su cadencia de árboles,
y no pienso en más nada.

Ahora yo soy la lluvia,
esa lluvia que cae.


De vampiros

Las sombras de la noche se evaporan
al llegar la mañana con sus ruidos,
su música molesta, inconfundible,
señal de que comienza un día nuevo.

El sol es el antídoto del miedo,
de las enredaderas, los fantasmas,
con él no valen ya los sortilegios
los vampiros regresan a sus cajas.

La magia de la noche está en su esencia
oscura, vaga, turbadora, muerte.
Evocar la verdad es sacrilegio
encender una vela, mala suerte.

La luz pone las cosas en su sitio
se pierden las aristas, los matices
y todo resplandece con su brillo
con colores reales, con insulsos barnices.



Putrefacción

Siento como me pudro
lentamente
y nadie a mi alrededor
puede hacer nada.
Ni siquiera,
el amante que besa mi cuello oloroso
a fragancia de flor.

Y yo gozo de saber
que están contados
mis días de princesa mañanera.

Y yo río,
al ver los cuerpos atléticos
de las revistas,
grasosos,
bronceados,
bellos,
son cuerpos domesticados
por el constante ejercicio.

Pero yo me pudro
y como no puedo hacer nada
por evitarlo,
me contento con burlarme
de la belleza.
De esa belleza instantánea,
cegadora,
la deslumbrante belleza
de un joven cuerpo desnudo.

Y yo me miro
en el espejo enemigo de mi cuarto,
ese terco soplón que no me engaña
ni ante las amenazas que le grito.

Ese espejo asesino de mi imagen,
y esta boca, asesina de mi cuerpo,
van a acabar conmigo.

No me importa,
que se pudra mi carne, que se pudra,
pero sin paños tibios.
¡Si al final soy un monstruo ante el espejo
quiero serlo ahora mismo!

... Lo que más me atormenta,
de mi putrefacción, es el período
que demoro en hacerlo,
una lenta condena a plazo fijo.

Si al menos yo supiera
que tengo una semana de permiso
gozaría hasta el último instante
de este amable resquicio.

Le diría a mi amante
que amase mi morada con locura,
que mordiese mis senos sin remilgos,
hasta que de mi piel brotara sangre,
y mi vientre inflamado fuera un foso,
ganado a fuerza de martillos.

Luego desvencijada,
maltratada mi carne por excesos
me sentaría a esperar frente al espejo,
de mi cuerpo el brutal estropicio.

... Y metamorfoseada, cual cigarra,
reiría con los dientes que me queden
de esos que se resisten a enfrentar
la vulgar decadencia de lo vivo.


4 comentarios:

Yvette dijo...

Ivis ponlos de uno en uno, para comentarlos mejor.
Los dos primeros me gustaron mucho.
Hay que tener ese don...
Saluditos.

Ivis dijo...

Vale, Yvette, lo haré así a partir de ahora.
Un beso para tí.
Ivis.

Anónimo dijo...

precioso el de la lluvia,como bien dice yvette que don que mano tan mágica tienes,muy pronto me ire a vivir a miami, inglaterra me aterra,pero seguire asidua a tu blog ,estoy en los preparativos en cuanto me estabilice volvere,suerte saludos loretto

Ivis dijo...

Gracias, Loretto, por tus comentarios. Suerte en tu mudanza, que sea para bien.