jueves, 31 de julio de 2008

Artistas en mi familia

Mi abuelo Juan Ferrer, que en paz descanse, era el típico compadre que iba por los bares con su guitarra en ristre. Él nos inculcó la pasión por la música. Lástima que nunca pudo estudiarla y tuvo que conformarse con tocar de oído. Cuando nos reuníamos, estando él vivo, siempre nuestras fiestas terminaban en una descarga. Canciones de la vieja trova (Lágrimas negras, Longina, Santa Cecilia, etc.) que él tocaba y todos cantábamos con entusiasmo, desde los más viejos hasta los niños. Qué tiempos aquellos...
Ninguna de sus hijas ni su único hijo estudió música, cosas de aquellos tiempos, en las mujeres no estaba bien visto tocar la guitarra, (ahora que lo pienso, María Teresa Vera fue una verdadera pionera). Algunos de sus nietos, sin embargo, sí que pudieron materializar este sueño suyo. El más destacado, mi primo Allier, guitarrista flamenco que ahora vive en Argentina y recién acaba de dar su primer concierto en solitario. Hubiera deseado estar ahí para verlo y decirle a Juan Ferrer que al final su semilla dio frutos.
Su hermano Darién estudió piano y percusión, y si bien no llegó a un nivel profesional, sé que allá en Tucumán tiene un piquete que de vez en cuando tocan en salas de fiestas, creo que música latina. Su niño es ése tan gracioso de las fotos con el piano y la guitarra, que puse hace unos días, (el relevo está asegurado).

Asistentes al concierto.


Mi primo Allier Díaz Ferrer.

Otro primo mío, Manolito, es un artista integral. Lo suyo son las artes visuales, pero también escribe, poemas que alguna vez he publicado aquí en este blog y que él tiene publicados en su blog, Cuban Mandala. Manolito siempre fue muy sensible; se le daban bien todas las artes, y también cantar. Aquí pueden ver algunos vídeo performance hechos por él (I, II y III).



Mi primo José Manuel Varela Ferrer.


Yo no pierdo la esperanza de aprender a tocar la guitarra y cantar, de momento lo hago en la ducha y cuando me dan alguna oportunidad ;-)

miércoles, 30 de julio de 2008

Vídeos de Abilio, anoche

Bueno, parece que youtube está bloqueado, llevo días intentando publicar vídeos en el blog y no salen. Ese es el problema de la tecnología, que cuando se pone cerrera, no entiende.
Pero afortunadamente existen soluciones alternativas, y ésta es una de ellas. Quienes quieran ver a Abilio Estévez hablando de su obra y leyendo un fragmento pueden ir a I, II y III.

Instantáneas

Ando de paparazzi. Estos dos pericos estaban en las duchas de la playa de Santa Ponça.


Ayer hice esta foto que me parece super graciosa de una obra que hay frente a mi casa. Miren cómo trabaja este obrero los techos, nunca había visto nada igual. Parece Robocop.

martes, 29 de julio de 2008

¡Por fín!


¿Es posible que algún día en Cuba tengamos una autopista como dios manda?
Vean la noticia aquí.

Fotos de la presentación del libro "El navegante dormido"

Ayer estuve en la presentación de la novela de Abilio Estévez "El navegante dormido". Abilio estuvo como de costumbre, maravilloso, se lució ante el abundante público que acudió a verlo.
Compré la novela, le pedí que me la dedicara y cuál no fue mi sorpresa al constatar que había visto lo que yo escribí en el blog.
Voy a leer la novela y luego les cuento qué me pareció. También grabé vídeos que procuraré subir lo antes posible. Entre tanto les dejo con un par de fotos y la dedicatoria.



Abilio Estévez y Gonçal López-Nadal, quien presentó el libro.

Queseto, Abilio Estévez, una servidora, Inma y Antonio Saura después de la presentación.

domingo, 27 de julio de 2008

Abilio Estévez, en Ágora


La buena vida


"La buena vida es cara, existen otras más baratas pero ya no son tan buenas".

En mi caso puedo decir que no me ha salido muy caro este fin de semana, he ido a casa de unos amigos estupendos, bellísimas personas, y entre otras cosas comí una paella que estaba deliciosa, y me deleité admirando el paisaje que se ve desde la terraza. Ya les pondré las fotos, entre tanto vayan cogiendo envidia.


Anoche tocó una paella, vean la mesa preparada y las velitas.


Se ve buena ¿verdad? Estaba deliciosa.
Hoy Víctor se dio el primer baño de su vida. Qué bonito...
Así pasamos la tarde, descansando.

Y no podía faltar el juego de dominó, estos cubanos...

Las cubanísimas con Armando, qué vida más mala.

miércoles, 23 de julio de 2008

Chambao- Papeles mojados

Ya que estamos hablando de primer y tercer mundo...

La balanza

Copyright: Flickr

Hay una pregunta que siempre me ronda. ¿Qué es la sabiduría? ¿Está en los libros? ¿En la gente sencilla? ¿En las cosas importantes o en las triviales? No existe una respuesta para esto, sin embargo yo sigo preguntándomelo a cada paso, y cada vez quedo más confundida pues está en todas partes, en todo tipo de gente, y, aunque no siempre se manifieste, de un modo u otro todos vamos aprendiendo lo necesario para vivir mejor.
Fue en este primer mundo donde todo se etiqueta que escuché hablar por primera vez de conceptos como calidad de vida, crecimiento espiritual, búsqueda interior, etc. En Cuba estábamos demasiado ocupados "resolviendo" problemas cotidianos, sin embargo, no puedo decir que aquí haya encontrado más sabiduría que allá, o que en personas que vienen de otros países. Hay un refrán que dice que "Dios le da barba al que no tiene quijada", y así la balanza se equilibra gracias a factores que a mi juicio no son para nada fortuitos. Ante la difícil realidad cubana, y la escasez de bienes de consumo, tenemos un sentido del humor a prueba de balas, un tiempo que es flexible como un chicle y un sol que brilla todo el año (si nos ponemos filosóficos aquí podríamos hacer la pregunta de qué fue primero: ¿el sol o la escasez? (¿Nos gusta la pachanga?)).
Aquí en cambio tenemos el consumismo y la falta de tiempo que sabotean la voluntad de ser espirituales y confraternizar, aunque España es de sobra conocida por sus juergas, -y quien dice juergas dice cafés, las mejores consultas de psicología a partir de un euro-. Pero no es suficiente; es tanta la confusión que crea la publicidad y tan poco el tiempo para contemplaciones, que es precisamente aquí, en medio de esta abundancia, donde más se necesitan las filosofías y religiones que salven al ser humano de la angustia vital. La hipótesis entonces sería que -paradójicamente- la carencia de expectativas empuja a las personas a la búsqueda espiritual tanto como el exceso. Es un poco traída por los pelos, reduccionista quizás, y parte de una generalización (vuelvo a la carga con las generalizaciones), pero ahí la dejo, a ver qué creen ustedes.

lunes, 21 de julio de 2008

Mejunje literario

Acabo de leerme una novela de la escritora cubana Ena Lucía Portela, titulada Djuna y Daniel, y me ha gustado mucho. Esta autora es de lo más prolífica, a sus 35 años ya tiene seis libros publicados: cuatro novelas y dos recopilaciones de cuentos, y hay que decir que tiene buen oficio y mucho sentido del humor; he leído pasajes divertidísimos en las dos novelas suyas que han caído en mis manos: El pájaro, pincel y tinta china y ésta de la que les hablaba antes, que verdaderamente me enganchó. Pero además, siempre que puede, Ena Lucía (qué nombre más bonito ¿verdad?) hace gala de su cultura, que es vastísima, y lo deja a uno con la buena sensación de estar ante una obra trabajada, cuidada en los detalles. Es muy talentosa, la verdad, y asombrosamente prolífica. Si algo tuviera que reprocharle, poco, es que en determinadas ocasiones abusa de las referencias culturales, algo, por otra parte, típico de los escritores cubanos, que dan demasiada importancia a la estética y a quienes les gusta rizar el rizo (la culpa no es de ellos, es del tiempo, que sobra), pero eso no es del todo reprobable porque sin esta ilusión de trascender lo banal no habría buena literatura. Pero no voy a ser yo quien la critique, yo que disfruto tanto con sus obras y con esa ilusión -aunque sepa que en el fondo todo no es más que una gran impostura, incluso esto que escribo, porque, seamos sinceros, la literatura no es imprescindible para vivir, no genera riquezas visibles-.

Hay que ver qué espesa estoy, como mezclo lo pertinente con lo que no tiene nada que ver, pero yo soy así, no puedo evitar pasarlo todo por la misma batidora.
Cambiando de tema, quería recomendarles la lectura del fragmento introductorio de "Poeta en La Habana", del escritor y traductor cubano Osmany Oduardo, que he colocado en el blog de Literarte. A Osmany lo conocí en la pasada Feria del Libro de la Habana y me cautivó como persona por su fuerza y sinceridad. Luego, al leer un poema suyo en el blog "Remandingo", de Eduardo Frías Etayo, me convencí de que definitivamente es un gran tipo. Este libro suyo, Poeta en La Habana, -de título Lorquiano- fue editado por Letras Cubanas y rápidamente se agotó, tuvo muy buena acogida entre la crítica y no es para menos porque está muy bien, veré si me deja publicar otros fragmentos luego, entre tanto, váyanse conformando con la introducción. Sus poemas tienen garra, a mi entender, escuecen. A mí me hicieron reflexionar en torno a esa ciudad mía que ahuyenta a los forasteros con su mezcla de decadencia y marginalidad, una ciudad injusta para quienes no tienen el dinero para poder disfrutarla.



Por último, quiero hacerles partícipes de un descubrimiento, un regalo que me hiciera ayer mi amigo el poeta Antonio Saura. Se trata de un librito muy curioso cuya lectura promete ser muy divertida, no hay más que ver la obra que ganó la distinción especial. Ya les iré poniendo otras perlas de este ejemplar digno de colección.

DISTINCIÓN ESPECIAL

Gustavo Zorilla Lecourt

Sindicato Gastronómico

Poema: El partido es inmortal

(Poema dedicado al Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba)



domingo, 20 de julio de 2008

Jorge Drexler - Todo se transforma

Hoy estoy cantarina y ligerita como esta cancioncilla.

El ron de la revolución

Ayer me fui de cena, nada menos que a casa de Queseto, una nueva amiga que he hecho a través del blog. Qué cosa más maravillosa esta de los blog, cuando pienso en la cantidad de gente interesante que he conocido gracias a este invento, me emociono y también me preocupo al no poder dedicar a estos amigos todo el tiempo y la atención que se merecen. Ayer la pasé estupendamente en casa de Queseto, que es una anfitriona estelar, y una gran conocedora del tema cubano. Me sentí como en casa, y la comida estaba excelente (hubiera repetido pero no lo hice por guardar la forma). De contra, me llevé un libro prestado y varias recomendaciones de lecturas/música que desde ya le estoy agradeciendo. Por si fuera poco, luego nos fuimos a bailar salsa. ¡Qué tiempo hacía que no bailaba, por Dios! Me pregunto por qué uno deja de hacer estas cosas sencillas y tan disfrutables. Por cierto, que el lugar, Mojitos, es un nuevo bar cubano que ha abierto aquí en Mallorca un compatriota, y que está ideal: amplio, con una terraza, la música excelente, pinchada por un antiguo Dj de La Rumba, y los precios, super asequibles. Ya iré de nuevo por ahí a "echar un patín".
Queseto tenía un ron llamado (no sé a quién se le ocurriría la broma de mal gusto) "Comandante Fidel". Según ella, ahora tendría que llamarse "Compañero Fidel". Yo lo probé porque hay que probarlo todo en esta vida, como dicen, pero como que no me dio muy buena espina. ¿Que de dónde lo sacó? Pues de aquí mismo, de Mallorca. Es que esta Queseto es muy curiosa, lo sabe todo y lo que no se lo imagina.


Detalles de la etiqueta. Si hacen click en la foto podrán leer la descripción. Es una joya este texto de "El ron de la revolución", tiene tela el nombrecito, me pregunto si es el ron con el que se le pone la cabeza mala al Fifo, o si por casualidad era el que se tomaba en la Sierra para "hacer la revolución".


Esto del marketing no entiende de banderas. ¡La globalización ha llegado, señores, para que cada cual se emborrache con lo que le de la gana (si tiene el dinero para comprarlo, claro)!


Un "solar" que hay cerca de casa de Queseto. Claro que si a esto lo comparamos con los solares de Cuba, son hoteles de cinco estrellas. Pero vale por el parecido ;-)


Queseto y yo "envenenándonos" con "El ron de la revolución".


Y luego de beber tanto, claro está, no es de extrañar que viésemos el cartel del local doble.

viernes, 18 de julio de 2008

Amanecer oyendo a Rosa Passos

Esta música triste me recuerda la adolescencia, el descubrimiento de los boleros en aquellos clubes de mala muerte donde por diez pesos podías sentarte con tu pareja en un lugar tan oscuro que apenas te veías las manos. Adolescencia tierna y dolorosa. Edad de los trabajos y los descubrimientos, de los amores que no (nunca) se olvidan.
Los clubes de la Habana. Esas cuevas infames donde nos refugiábamos, a falta de lugares mejores, en busca de la adecuada oscuridad y de la música, no siempre buena. En aquellos asientos tipo tren había que tener cuidado al sentarse para no salir embarazada, pues es de sobra sabido que muchas parejas iban allí a hacer el amor. De ahí que el camarero tuviera que anunciarse con una lucecita en sus escasas incursiones a la zona de los asientos, si no quería llevarse una sorpresa. No porque el sexo fuera algo novedoso para ellos; porque, ¿qué no habrían visto -me pregunto- aquellos camareros que nos miraban con condescendencia y nos dejaban pasar (yo cabizbaja), o nos cobraban las bebidas (momento en que mi acompañante se hacía el hombre)? Supongo que se preguntarían qué hacía un par de adolescentes en aquella pocilga, pero estaban curados de espanto y eran, ante todo, discretos como tumbas.
Ya entonces a mí comenzaron a atraerme esos sórdidos lugares, aquella decadencia de ron malo y música melódica: esos boleros descorazonadores, ese fílin que me sembró en el pecho la semilla de angustia que luego fue creciendo hasta matarme. El olor a cigarro concentrado, el aire frío y húmedo, siempre bienvenido en aquella ciudad acalorada, los baños sin espejos, desangelados y hediondos; hedor que se quedó por siempre en mi memoria, bendita suciedad que evoco ahora para encontrar entre sus desechos sanguinolentos las huellas de mi ser aquella primavera en que mi cuerpo supo por fín lo que era ser amado y deseado. El ron seco y amargo como el gusto de la tristeza. Tristeza tenue, como la luz de aquel recinto, al saber que la noche -la bellísima noche- no era eterna. Desvergüenza de asaltar los bancos de los parques y rodar por la hierba protegidos por un rosal que hacía de inútil cortinaje, ebrios de alcohol barato y ciegos de deseos de clavar esa cruz en la montaña -aquello que creíamos la cima y que en realidad no era más que el principio de la cuesta escarpada que siguió-. Rosa Passos sigue desgranando boleros ¿o es bossa nova?, son las seis de la mañana y esta noche se ha ido como siempre que hay una noche buena; y los malditos pájaros ya se han despertado y los rayos del sol me espantan los recuerdos. Pero apago la luz y sigo en penumbras. Esta noche ha de dar más de sí, puede eclipsar al día si yo me lo propongo y cierro los oídos al estúpido canto de los pájaros que nunca cantarán como lo hace ahora Rosa, desgarrándome con su voz taciturna. ¿Por qué este desencanto, Rosa? ¿Acaso tú puedes decírmelo? ¿Qué nos duele tan profundo que nos hace tener ganas de encender y fumarnos un cigarro? Es el piano el que ahora nos trastorna y nos devuelve al territorio torpe del rubor. Ahora que los pájaros callan, que se han dado cuenta de que era muy temprano. Ahora voy y recuerdo un beso largo y puro, beso de adolescencia, de querer mucho más y no atreverse, y me quedo con su delicadeza y voy adormeciéndome, deseando que este momento perdure y me salve de tanto día erróneo, errático, de este sol que me hiere las pupilas y brilla sin saber que hubo otras lunas que fueron más benévolas, y muchísimo más evocadoras.

jueves, 17 de julio de 2008

¡A que sí!

Salgo a la calle. Juro que no lloraré, sin embargo nada más hacer contacto visual con algún conocido empieza la lucha: que si sí, que si no, que si una gota... que si no. Las lágrimas están locas por salir y yo las aguanto, me digo que no voy a hacer el papelazo en medio de la calle. Pero soy ingenua, no debí barajar esa posibilidad porque acto seguido la hago real -y de qué manera, justo en medio de la calle, a la vista de todos-. Y esta conciencia de mi actitud histérica hace que me ría en medio de mi desconsuelo. No me puedo fiar de mi llanto, no debo fiarme de mí, y es que, recuerdo, tengo todas las papeletas para sospechar que se trata de una manifestación -exagerada- de síndrome pre menstrual. Menos mal, me tranquilizo, pero no puedo parar de llorar, como si algún espíritu burlón me estuviera retando y diciéndome: "¡a que no te atreves!" Y yo contesto: "¡a que sí!" con todas mis fuerzas y con mocos.

En el fondo me alegro de volver a perder el control sobre mis emociones. Es buena señal: vuelvo a ser humana, quizás en el futuro llegue a escribir poesía.

martes, 15 de julio de 2008

El dilema

Llevo días encerrada en mi mundo haciendo lo único que me apetece: leer y escribir.
Los días se me juntan y ya he llegado al límite en que la realidad se difumina. La poca noción del tiempo que poseía ha quedado en el pasado, junto con mis recuerdos de una vida aburrida y socialmente útil.
He quemado las naves y sólo dios sabe lo que me ha costado despedirme de toda la gente buena que compartía conmigo el espacio de la oficina, desde donde teníamos una vista estupenda de la naturaleza que apenas podíamos disfrutar, atornillados como estábamos (ellos continúan estando) a la mesa del ordenador. Estábamos en tablas: para cada persona un ordenador; una buena metáfora de la incomunicación en la que, poco a poco, nos vamos sumiendo. O quizás no, quizás sólo accedemos a otra forma de comunicación más certera: solamente nos comunicamos con quien o quienes nos interesan, (adiós al saludo de compromiso, al comentario del tiempo). Pero no me negarán que es triste la pérdida de cercanía, la graciosa humanidad.
Aquella redacción era una Torre de Babel donde se hablaban varios idiomas, ninguno de los cuales era el mío, ¿o sí? Nunca me di la oportunidad de saberlo, yo me dije que sólo estaba de paso y lo cumplí.
Siempre miré a aquella gente como miro casi todo: con extrañamiento. Desde el principio me llamó la atención saber cómo sentían, cómo vivían, qué maravillosa razón los empujaba a pasarse 40 horas semanales metidos en una oficina sin saber de sí mismos, sin ser más que una tuerca dentro de un engranaje y para colmo invisible, un objetivo en el plan superior de una empresa cuyos beneficios nunca disfrutarían. 4o horas son muchas horas. Y eso sin contar la hora del almuerzo que sólo se justificaba porque podía ver el mar. 45 horas semanales dedicadas a no vivirlas. Huelga decir que no era el trabajo de mi vida, últimamente no lo disfrutaba, pero así y todo fue difícil. La inercia es poderosa. El vacío da miedo. Ahora no tengo trabajo, pero pienso en las miles de posibilidades que se abren ante mí, y estoy feliz. Ya vendrán trabajos nuevos, retos nuevos. No tengo miedo, (no sé por qué alguna vez lo he sentido). Infojobs proveerá.

lunes, 14 de julio de 2008

BUSCO TRABAJO (REMUNERADO) DE:

- Comediante (en la categoría de patéticos)
- Limpiapiscinas (o limpiapeceras)
- Salvavidas (equipo propio)
- Masajista (siempre que el cliente esté vestido)
- Consejera espiritual (ya lo soy pero no me pagan, o sea que puedo aportar experiencia)
- Muelera profesional (y confidente comprensiva)
- Guía turística (inglés, francés, ¡no griego!)
- CVP (guarda nocturno en España). Sí y sólo si permiten llevar libros o, en su defecto, amantes)
-Lectora de tabaquería (sólo si no se fuma en el local)
- Asesora de empresas (a 2.000 € la hora porque los números me dan una pereza...)
-Inversionista (usted me da su dinero que yo me encargo de gastarlo)
-Asesora de imagen (puedo decirle siempre lo bien que luce)
-Relaciones públicas (y privadas, discreción asegurada).

¡Dejar razón aquí!

Concurso: el niño más gracioso

Hoy me ha dado un acceso de ternura. Por eso he rebuscado entre las fotos que tenía de los hijos de mis amigos y de algunos primos. Es una lástima no compartirlas, y es que son tan lindos... ¿A que son graciosos?


Víctor, de Luisa y Darío. Tiene apenas 4 meses.

Luciana, de Gaby, ex-compañera de trabajo.


Esta descaradita es Niamey, hija de Rey y Cris. A juzgar por su estilo yo diría que va a ser modelo. Aquí en la playa, llena de protector, como éste que está abajo, Erick. La foto es del año pasado, cuando tenía menos de un añito.



Y aquí con sus hermanos Adrià y Amanda. Erick es el benjamín de Regina y Dowglas.

Víctor, de Inma, con cara de pillo.


Esta muñeca es Cecilia, de mi amiga Luly, que vive en Cuba. Es toda una artista.

Aimée y sus bombones.
Amanda, de Daniel y Julia. Amanda es una belleza.

El más chiquito de Yailén y Agustín, compañeros de carrera.

Manolín, que ya es todo un adolescente.

Camila, una niña con mucho carácter. Manolín y Camila son de mi primo Carlín.

Christopher y Cristian, de mi prima Nelsys.


Esta preciosidad es Abril, de mi primo Juanki y Arlén.

¡Tremendos rockeros!Este chiquitico, Allier, seguro va a ser músico, como su papá, mi primo Darién.

Y este descarado es Lazarito, que tiene una cara de jodedor... y los ojos grandes como su mami Dina.
Si quieres mándame la foto de tu hijo pa' colgarla.