viernes, 10 de agosto de 2007

Estar jodido

Estar jodido es una tarde de invierno ver pasar a los coches ajenos y veloces cuando esperas un autobús que nunca llega. Verlos pasar por delante de ti, como si no existieras; llenos de gente extraña que no repara en ti, ese detalle recostado en el poste, ese objeto más en el paisaje. Mientras tú, que tienes frío, te sientes fuera de ese mundo de destinos y prisas.
Puesto que tu mundo es lento, tan lento, que cuando llega el bus y alcanzas por fin a meterte en ese pedazo de mundo, miras por la ventana y reconoces el coche rojo y nuevo que pasó delante de tus ojos como un sueño, y que ya está de vuelta de lo suyo, de cualquiera que fuese su destino.
Sin embargo para ti no ha hecho más que empezar el trayecto de abrires y cerrares, de paradas interminables en las que sube cada vez más personal y baja menos, como si el monstruo de metal los fuera engullendo. Y mientras adentro el ambiente se carga de olores variopintos, de idiomas diferentes, de contactos humanos tú, inesperadamente, comienzas a sentirte feliz.
Feliz porque, aunque no conozcas a nadie, no te sientes tan solo y ves que hay otros pobres como tú, y otros que no lucen tan pobres, ni jodidos, lo cual te eleva la autoestima, aunque sepas que en el fondo tu júbilo no es más que un mecanismo de tu psiquis para no padecer.
No importa adonde vayas, siempre será lento el gusano que te lleve. Con suerte algunas veces -como ésta- serán alegres, sólo hasta el momento en que el gusano vomita al personal, justo en el centro, sin importarle para nada tu recién estrenado entusiasmo. El monstruo vomita y tú te sientes solo de nuevo, cada vez más solo, aunque ahora los coches no te pasen por delante y los tengas debajo, de forma que si quieres hasta puedes sentirte superior a ellos o fisgonear lo que sucede a quienes los ostentan sin que se sepa nada.
No entiendes por qué los viajeros sonríen cuando se abren las puertas y miran sus relojes con apremio, cuando tú te quedas vacío de nuevo, derrotado, y suspiras o duermes mientras llegas a la última parada, que es para ti lo mismo, porque no tienes adonde ir, porque no tienes familia, ni amigos, porque no tienes trabajo, porque eres inmigrante.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida Ivis....Para un momento y dejate al olvido que todo lo cura...lo pasado ya paso y no traigas a tu vida para tener la excusa de segui llorando.
Preguna...¿por que nadie comenta sobre esto? ESTAR JODIDO...ESTAR JODIDA...lo verdadero nunca aparece como contrapunto a otra cosa lo verdadero se expresa tal y como es, no le quites a tu vida nada pero no te quedes en el pasado.
El presente requiere mucha lucha con grandes dosis de perseverancia,este es el unico baile que bailamos...despues no hay nada.
un fuerte abrazo. Gina

Anónimo dijo...

Cuando estamos jodidos nos cuesta hablar y necesitamos hablar, todo parece que se atasca dentro, que se va haciendo una pelota que nos deja fríos.
Por cierto, me sorprende que sientas frío el 10 de agosto, mucho frío es eso, muuy jodida tenías que estar...
estar jodido es cuando compruebas que no interesas a nadie que te has vuelto anónimo en la parada del autobus...

Anónimo dijo...

En todos los lugares del mundo existen personas jodidas; tan jodidas que probablemente nunca llegaran a subirse en la guagua de los olores magicos. A veces, es preciso sentir frio en pleno Agosto y mirar alrededor, para darnos cuenta que al final, es todo una escapada en masa, y que debe haber al menos uno, de esos que estan tan jodidos, pensando como cambiar de categoria.

Champy dijo...

Después de leer esto me queda claro por que te gustó Wong Kar Wai..... eres fascinante.
eres un personaje suyo.
Donde radicas en estos momentos?
ha cambiado en algo tu percepción del mundo y de la vida de cuando escribiste esto a hoy?

2046