Él era un perfeccionista y ella era la mujer perfecta para él, por eso se atrajeron mutuamente desde el primer instante. Él necesitaba de ella para llegar adonde siempre soñó; ella no podía creer que tanta buena suerte hubiera recaído sobre su persona, y le entregó su futuro. Se amaron, y todo fue perfecto mientras ella fue perfecta.
4 comentarios:
La perfeccion cuesta caro,
y dura poco.
Ser imperfectos no cuesta nada, y dura toda una vida.
nada es eterno.
Jaja, tienes razón.
Será por eso que yo soy tan imperfecta.
Besos.
Nada es perfecto.
Bueno, ya se sabe que es una manera de decir. Aunque hay cosas tan bien hechas que se acercan a la perfección.
Saludos y gracias por dejarme tu comentario.
Publicar un comentario