martes, 15 de julio de 2008

El dilema

Llevo días encerrada en mi mundo haciendo lo único que me apetece: leer y escribir.
Los días se me juntan y ya he llegado al límite en que la realidad se difumina. La poca noción del tiempo que poseía ha quedado en el pasado, junto con mis recuerdos de una vida aburrida y socialmente útil.
He quemado las naves y sólo dios sabe lo que me ha costado despedirme de toda la gente buena que compartía conmigo el espacio de la oficina, desde donde teníamos una vista estupenda de la naturaleza que apenas podíamos disfrutar, atornillados como estábamos (ellos continúan estando) a la mesa del ordenador. Estábamos en tablas: para cada persona un ordenador; una buena metáfora de la incomunicación en la que, poco a poco, nos vamos sumiendo. O quizás no, quizás sólo accedemos a otra forma de comunicación más certera: solamente nos comunicamos con quien o quienes nos interesan, (adiós al saludo de compromiso, al comentario del tiempo). Pero no me negarán que es triste la pérdida de cercanía, la graciosa humanidad.
Aquella redacción era una Torre de Babel donde se hablaban varios idiomas, ninguno de los cuales era el mío, ¿o sí? Nunca me di la oportunidad de saberlo, yo me dije que sólo estaba de paso y lo cumplí.
Siempre miré a aquella gente como miro casi todo: con extrañamiento. Desde el principio me llamó la atención saber cómo sentían, cómo vivían, qué maravillosa razón los empujaba a pasarse 40 horas semanales metidos en una oficina sin saber de sí mismos, sin ser más que una tuerca dentro de un engranaje y para colmo invisible, un objetivo en el plan superior de una empresa cuyos beneficios nunca disfrutarían. 4o horas son muchas horas. Y eso sin contar la hora del almuerzo que sólo se justificaba porque podía ver el mar. 45 horas semanales dedicadas a no vivirlas. Huelga decir que no era el trabajo de mi vida, últimamente no lo disfrutaba, pero así y todo fue difícil. La inercia es poderosa. El vacío da miedo. Ahora no tengo trabajo, pero pienso en las miles de posibilidades que se abren ante mí, y estoy feliz. Ya vendrán trabajos nuevos, retos nuevos. No tengo miedo, (no sé por qué alguna vez lo he sentido). Infojobs proveerá.

16 comentarios:

Al Godar dijo...

El tiempo que mas he disfrutado mi vida en Canada fue cuando estuve como tú ahora, entre dos trabajos.
Pude ir a donde quise. Pude dormir la mañana y acostarme tarde. Pude atender a mi familia sin prisas.
Y pude pensar mucho sobre las cosas que el trabajo no nos deja pensar.
Es cierto que uno siente una sensación rara. Como que uno va cayendo y no sabe adonde va a parar. Pero siempre uno cae en algun lado y alli comienza de nuevo a complicarse la vida.
Te deseo mucha suerte.
Saludos,
Al Godar

Aguaya dijo...

Mucha suerte también de mi parte y que disfrutes este lapso intermedio. Lo peor es estar donde uno no quiere o no se siente bien...
Saluditos,
AB

Aguaya dijo...

Hey, ya no moderas los comentatios!
?

Ana dijo...

Es valiente dejar un trabajo, sin red, sin sustitución... y a la vez es agradable poder recuperar el disfrute de tu vida y perder un poco de vista el control de horarios, y deberes. De vez en cuando, que la devoción le gane la prioridad a la obligación es bueno para el alma.

Ivis dijo...

Al, qué bonito. Gracias compadre. Yo estoy segura de que yo tengo mi lugar en alguna parte.
Aguaya, gracias a tí también. ¿Viste? Libertad democrática.
Aina, es tan agradable que si uno pudiera viviría así, jaja, pero no se debe abusar, que sino se acaba el placer.
Un saludo y gracias.

Anónimo dijo...

Ánimo Ivis. Lo que ha dicho Algodar es perfecto. Por mi parte, mucha suerte. En Zaragoza, hay mucho trabajo. Y así, hacemos tertulias en vivo y de vez en cuando, que te parece??
Un abrazo. :)

Anónimo dijo...

Aprovecha y relajate,disfruta del mar,del sol,de esas pequeñas cosas que nos da la vida y no apresiamos,cuando estes bien empieza la rutina nuevamente,muy lindos los nenes son una monada a ver cuando nos pones una de los tuyos,un beso EVA

Ivis dijo...

ACRey, gracias, querido, eres un solecito. Ahora mismo no puedo irme a vivir a Zaragoza, pero sí que podrías tú organizar alguna tertulia si te apetece, yo te ayudo. ¿quieres?
Gracias mil.

Ivis dijo...

Eva, eso estoy haciendo, disfrutando de esta paz.
Muchas gracias por el consejo.
Saludos.

Anónimo dijo...

Muy bien, Ivis. Alguien dijo que en esta vida no es posible ser felices, pero que el primer factor para no ser totalmente infelices es tener un trabajo que te guste. ¡Búscalo!

Mar dijo...

Quedarte sin ese trabajo es lo mejor que le podía pasar a alguien con tus inquietudes, querida Cubanita.
Esto quiere decir que te espera algo mejor, no lo ves?
Mucho ánimo, disfruta del verano y esas vacaciones tan merecidas y ya te saldrá algo bueno, ya verás.
Un besazo desde la Ría.

Establo Pegaso dijo...

Miles de posibilidades no sé, pero tres o cuatro interesantes seguro que si. No te va a dar ni tiempo a disfrutar de este tiempo de ocio. Un abrazo.

Ivis dijo...

a.b.e. un buen punto de vista, seguiré el consejo.
Amiga!!! ¿Cómo estás? Miles de gracias por tus palabras.
¿Cómo está la Ría?
Elena, cariño, seguro que sí, como decimos allá en Cuba ¡ponle el cuño!

Mar dijo...

Más bonita que nunca Ivis, este verano luce su azul de manera especial, tendrías que venirte a verlo...
Bicos guapetona!!!

Betty dijo...

Pues sí es una ruptura Ivis, siempre lo es, no somos nunca libres de esa agotadora dependencia de las 40h (ahí o en otro sitio)...salvo que nos libere la Primitiva! ja,ja así que aprovecha ese intermedio y la sensación de libertad pero no descuides la imprescindible recaída, que hay pagar las facturas a fin de mes y esa es otra "dictadura", ya sabes...te recomiendo Computrabajo.es me parece un buen portal de empleo...suerte Cubani

Ivis dijo...

Gracias Betty, voy a mirar el porta.
¡Ay, por qué no nos toca la primitiva!